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El rechazo que el baterista de Cream sentía hacia los Beatles

Dentro del mundo de los músicos, no todos se pueden llevar bien en cuanto al contenido, este caso en contra los Beatles es un claro ejemplo.

Beatles
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Aún cuando entre las más grandes bandas del rock, hay mucha tolerancia, esta no se suele dar en todos los casos. Sobretodo con una agrupación como The Beatles, la cual lleva tantos años en el rubro.

Existen miles de grupos al rededor del mundo y de la historia que se llevaban bien con otros o simplemente no soportaban a los demás. Esto se podía dar por diversos factores en los que predominan mucho la situación de no compartir las mismas ideas y estilos.

Dentro de estos, normalmente eran los más rockeros, quienes no aguantaban las obras de quienes se consideraban en un escalón más tranquilo.

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Es en este punto, donde se puede mencionar lo que le pasaba al baterista de Cream, Ginger Baker, con los Beatles.

¿Cuál era la razón, para que este músico no soportara a The Beatles?

Este baterista, fue considerado como la primera superestrella en su instrumento, además de tener el título como uno de los mejores del rock.

Sin embargo, le tenía un desprecio claro a los cuatro de Liverpool, por razones y pensamientos muy personales.

Según el medio Indie Hoy, el batero declaró a Forbes ,una vez que para ser un buen músico, hay que saber escribir y leer música.

“Incluso Paul McCartney necesita que alguien se lo escriba. Él piensa que eso es bueno. Había un artículo en el que decía que si aprendía a leer música, tal vez no pudiera escribir tan bien", dijo Baker.

Además de esto, el ex compañero de Eric Clapton, también indicó que: “Solíamos decir sobre los Beatles en 1963: ‘No distinguen un hacha de una negra’. Una negra es lo que llamamos un cuarto”.

Aún con sus pensamientos, aceptó trabajar con George Harrison en una ocasión, pero declaró que el famoso guitarrista no sabía bien lo que estaba haciendo.

“Harrison era como Mick Jagger, no sabía de qué carajo estaba hablando. Su forma de explicar una idea era moviendo los brazos. Él decía: 'Ya sabes, Ginger, toca así', agitando los brazos. ¿¡De qué diablos estás hablando!? Escríbelo para que pueda ver lo que intentas decir. No pudo".

 

 


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