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Escritores liderados por George R.R. Martin demandan a ChatGPT por plagiar su trabajo

Un grupo de escritores denuncian que la Inteligencia Artificial OpenIA ha plagiado su trabajo deliberadamente sin permiso.

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George R.R. Martin
Getty Images

George R.R. Martin en conjunto con un grupo de reconocidos autores que incluyen a John Grisham y Jonathan Franzen, han presentado una demanda contra la empresa de Inteligencia Artificial OpenAI. Esto debido a que dicha compañía no ha respetado los derechos de autor.

La demanda de un grupo de escritores en contra de ChatGPT

Un grupo de 17 autores han interpuesto una demanda en contra de la Inteligencia Artificial que conocemos como ChatGPT. De acuerdo con lo reportado por el medio Concequence, la demanda declara que OpenAI ha “copiado los trabajos de los demandantes, sin permiso ni consideración”.

Además, acusan que se ha introducido el material protegido por derechos de autor en algoritmos que generan respuestas en textos que parecieran ser escrito por humanos. Para los demandantes esto "pone en peligro la capacidad de los escritores de ficción para ganarse la vida".

La molestia se debe a que, al generar respuestas automáticas y gratuitas en base a propiedad intelectual ajena, quita la posibilidad de que se les pague a los autores por crear dichas piezas originales. Los autores demandantes creen que el ChatGPT puede crear trabajos derivados "que se basan, imitan, resumen o parafrasean" sus trabajos originales.

Esto es muy perjudicial para su trabajo como escritores, pues precariza el rubro al quitarle valor a sus derechos de autor. Ante esto, uno de los principales demandantes, Jonathan Franzen añade que "los autores deberían tener derecho a decidir cuándo se utilizan sus obras para "entrenar" la IA. Si deciden participar, deberían recibir una compensación adecuada”

Es por esto, que los demandantes esperan que esto tome el cuerpo de una demanda colectiva. Además, buscan conseguir una orden judicial permanente que prohíba que sus obras se utilicen en plataformas de Inteligencia Artificial sin autorización. O, alternativamente, buscan una compensación legal de hasta a 150.000 dólares por obra infringida.


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