Uno de los retratos más icónicos de Nirvana fue realizado por Mark Seliger, un fotógrafo texano que actualmente tiene 61 años y que hace poco brindó una entrevista para The Guardian, donde contó varios detalles acerca de Kurt Cobain y la sesión de fotos. Mark detalló que la primera vez que fotografió a Nirvana fue en 1992 para la revista Rolling Stone, cuando la banda estaba en gira mundial de su disco Nevermind.
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Para esta primera sesión Mark Seliger le pidió un día antes al baterista de Nirvana, Dave Grohl, Krist Novoselic (bajista) si le podían pedir a Kurt que usara una camiseta con no tuviera escritos ni consignas. Al día siguiente Kurt llegó con lentes de sol y un suéter abotonado. Cuando se lo quitó, resultó que llevaba una camiseta estampada con las palabras: "Las revistas corporativas todavía apestan". Rolling Stone se tomó con humor la rebeldía del cantante y lo publicó en la portada.
La segunda vez que Mark Seliger tuvo que fotografiar a Nirvana fue en 1993 cuando se llevó a cabo la icónica sesión donde se ve el rostro de Kurt Cobain junto a las cabeza de muñecas. “Mi hermana me ayudó a traer las cabezas de las muñecas desde Nueva York, y las arreglamos en un altar con rosales que había recogido de una floristería y dejé que se marchitaran. La imagen tenía la intención de ser surrealista, más una naturaleza muerta que un retrato, pero Kurt la entendió y la banda estaba realmente entusiasmada con el concepto”, detalló el fotógrafo.
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El fotógrafo reveló que intentó variaciones con todos los integrantes, pero nada funcionó tan bien como con Kurt en solitario: "Había algo en él que unía la imagen. Había tanta intensidad en sus ojos y belleza en su cara, incluso con el desgaste de su camino y el dolor físico que había sufrido", contó Mark Seliger y confesó además que se sorprendió con la repentina muerte del cantante seis meses después de la sesión de fotos.
