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ENTREVISTA Marilina Bertoldi: Apocalipsis Argentino

Ganadora del Gardel de Oro, Marilina Bertoldi presenta un país y un mundo convulsos en su nuevo disco, Para Quien Trabajas.

Marilina Bertoldi, foto promocional para su disco Para Quien Trabajas (2025)
Sony Music

Ganadora del Premio Gardel de Oro y referente ineludible del rock alternativo argentino, Marilina Bertoldi vuelve a sacudir la escena con Para Quién Trabajas Volumen 1, un disco que representa un giro estético y conceptual en su carrera. Deja en segundo plano la guitarra eléctrica —históricamente central en su música— y apuesta por una sonoridad más electrónica, construida sobre sintetizadores y arreglos de teclado que le permiten explorar nuevas texturas emocionales y políticas. “Necesitaba alejarme de lo que ya había hecho”, explica.

En esta entrevista, Bertoldi habla sobre la incomodidad como motor creativo, la crítica social velada (y a veces explícita), y el uso deliberado del lenguaje popular argentino, que transforma en bandera estética y política. También se refiere a su faceta más performática, marcada por gestos que rompen la corrección escénica, como la recordada ruptura de una guitarra en un show en el bonaerense Luna Park en junio de 2022 o sus apariciones provocadoras en festivales.

Uno de los momentos de este nuevo ciclo creativo es el videoclip de El Gordo, realizado junto a Malena Pichot, humorista, actriz y guionista reconocida por su mirada feminista, corrosiva e inteligente sobre la sociedad argentina. Pichot, autora de la serie Mundillo y de especiales de stand-up como Estupidez compleja, imprime su estilo en una sátira audiovisual donde un programa matinal se desentiende del colapso del mundo.

Para Quién Trabajas Volumen 1 es el nombre completo de tu disco nuevo. ¿Va a haber un volumen 2 o es jugar con el nombre tipo Tango 4 (disco de 1992 de Charly García y Pedro Aznar) cuando no había Tango 2 ni Tango 3?

No lo sé, o sea, sí hice muchas canciones para este disco. Tengo las canciones para un volumen 2, pero voy a ir viendo cuándo las saco. Me gustaba el “continuará…” Es eso, me gustaba el poder disponer de un “continuará”, así que hice uno.

Marilina Bertoldi y su nuevo sonido

El disco representa también un viraje hacia un sonido donde están más presentes los teclados, los sintes, está lejano de la guitarra como emblema del rock, finalmente. ¿Esa opción tiene alguna razón para ti?

Tiene varias. La primera es que agarro una guitarra y siento que cada cosa que hago suena demasiado a algo que ya hice, entonces me quería alejar un poco de eso, como a modo diversión. Y después, por otro lado, tiene mucho que ver con algunas cuestiones técnicas.

Tuve un pasaje de un programa en el cual venía trabajando, que era Pro Tools, que es el programa más conocido, que es el programa más conocido, y pasé al Ableton Live, el cual es mucho más creativo, está mucho más a disposición de crear que de la ingeniería, y trabaja mucho mejor con el MIDI. Creo que en el MIDI empecé a encontrar, en esa facilidad de poder editar y de poder trabajar con todos los distintos pasos de un sintetizador, empecé a entrar mucho en esa y dije, “me encanta, prefiero esto ahora”.

Para Quien Trabajas, el nuevo disco de la argentina Marilina Bertoldi

No tiene que ver entonces con una guitarra que rompiste una vez en vivo, ¿no? Que eso fue muy polémico y después se supo que la guitarra era de utilería.

Tenía una sola guitarra, claro. Una sola guitarra tengo, chicos. No puedo, hasta que no la arregle, la tengo guardada para acá arriba. Cada tanto abro cosas y la encuentro ahí, que la tengo en una bolsa y la quiero armar toda. Ya vendrá.

La provocación y el vértigo

Pero esa polémica llamó mucho la atención. Tu misma subrayabas que está plagado de músicos que han roto sus guitarras antes, y, sin embargo, la rompes tú y se crea una polémica. ¿Crees que tiene que ver con cuestiones de género o de sensibilidades propias del momento?

Puede ser, puede ser. Yo creo que, ante todo, lo que hago es usarlo a mi favor, porque sé que va a generar una polémica.

Entonces digo, “bueno, no es grave lo que estoy haciendo, estoy de acuerdo con esto, me entretiene, lo hago”. Así como en un festival previo a haber roto la guitarra también, salí como, digamos, en cueros, lo que sería en cueros, pero tapada con un saco, y cada tanto me veían las tetas. Bueno, qué sé yo. Hacía calor también, chicos.

¿Un saco en Argentina es como una chaqueta?

Como una chaqueta, pero abierta, digamos. Como que cada tanto me tapaban, qué sé yo. Entonces hice uso un poco también de eso.

Como, bueno, hace calor, acaban de tocar chabones que estaban en cueros, yo también puedo hacerlo, no estoy ofendiendo, digo, no me importa. Y voy a hacer uso de esto porque justamente molesta por algo estúpido, digamos.  Creo que va más por ahí, me divierte y hago uso de algo que tengo a disposición. Digo, así como puedo... Y es como contradictorio en algún punto. Porque digo “está bien, molesta, que rompa o que haga algo muy de un tipo, pero yo lo uso a mi favor”. Todo lo contrario, no lo hago para remarcar una diferencia. Es como, listo, me van a dar esto, listo, lo quiero. Dámelo. Repercusión.

De todas maneras, me da la impresión de que tu música, tus canciones, tus letras, no optan por ir directamente al choque, sino que tienen un poco más de elaboración. Hay como una elaboración, no sé si poética o no sé si un poco más emocional de parte tuya, que finalmente mezcla todos esos mundos, ¿no?

Total. Sí, sí, como si de algún modo estuviesen diferenciados la música de la performance en vivo. Sí, yo creo que con la performance en vivo traigo al público que no llega por la escucha clásica de un disco de rock y de rap.

Creo que empiezo a convocar de otra manera, mucho más aggiornada a lo que me gusta también ver. Me gusta un poco ese vértigo del vivo. Esa cosa que tiene el rock que es como que te sentís un poco en peligro, que es muy distinto a un disco de pop que suele haber como "bueno, este es el momento en el que vas al público y le hablás, este es el momento en el que te paras acá y te emocionás, este es el momento en el que"... El rock tiene como otro desarrollo que siempre me gustó, que es lo impredecible. Como puede ahora el chabón, el cantante, subirse y quizás se quiebra una pierna, la columna, y va a haber cuatro patovicas tratando de bajarlo y no lo van a poder bajar, se va a quebrar una pierna, puede pasar.

Creo que es jugar un poco con esas cosas de “uy, lo está haciendo, lo está haciendo”. Me parece divertido volver a traerlo y, bueno, qué sé yo, es jugar un poco y ni hablar, ni decirte lo divertido que es poder salir al escenario sabiendo que algo así puede pasar. Es hermoso.

¿No te asusta?

No me asusta, me divierte, me da más ganas de salir porque a mí no es lo que más me gusta el vivo, digo, no es lo que prefiero, prefiero el estudio, pero es lo que a mí me da más ganas de ir a hacer vivo es jugar un poco con asustar a la gente o de repente despabilarla un poco, me parece que es lo que tengo que hacer en algún punto, como un deber.

Es interesante porque el rock y la música pop tienen esa tradición desde Little Richard hasta Lady Gaga, más o menos, de músicas que suenan tal vez no tan transgresoras, pero una vez que la llevas también al plano visual que encarnan sus intérpretes y compositores, se convierte ya en una cuestión que es culturalmente muy importante.

Hermoso, sí. Yo creo que siempre elegimos el camino de tratar de estar en el puente o de estar trazando un puente también entre esa transgresión, pero también convocar gente, como que siento que, si no, me quedo como en mi nicho y en mi lugar y nunca me abro al debate y a conquistar un poco a gente que creo que también le vendría muy bien ir a un show y enojarse. Es como un poco invitar eso a la gente.

Marilina Bertoldi reivindica lo argentino

Has dicho también que Para Quién Trabajas es tu disco más argentino hasta el momento, y en la canción El Gordo está bien presente la frase “van a despertar al gordo”, y no sé si eso es un argentinismo, digamos, que signifique algo más allá de lo literal

Sí, sí, sí, sí, total. Usa todo el tiempo palabras muy... Yo creo que últimamente ya habiéndolo escuchado bastante ya ahí en manos, digamos, de otras personas, empecé a notar que también tiene una ternura un poco hablar desde esa manera.

Es bruto, es un poco tosco hablar muy argentino, pero también hay una dulzura en hablar del gordo. El gordo es un término cariñoso en realidad. Decirle a alguien gordo es cariño.

Sí, perfecto.

¿En Chile también pasa?

También lo usamos así, sí. Gordita, gordito. Más en las relaciones de pareja.

Total, exacto, exacto. Claro, el gordo acá también, sí.

Pero la expresión Van a despertar al gordo, ¿significa algo? ¿O eso es lo que significa literalmente?

Sí, totalmente. Yo ya lo dije en algunas notas, y el otro día escuché, vi un review de mi disco, y alguien dijo, “espero que nunca diga qué es el gordo, así lo deja en misterio”. Y dije, “ay, ya lo dije como cuatro veces”. Tengo que conservar el misterio. No, pero es lo que todo el mundo se imagina, obviamente. Obviamente también me parece que las canciones, aún así, no les quiero quitar la posibilidad de que cada uno pueda adoptarlas y usarlas para lo que quiera.

Pero hablando de este disco puntual, teniendo ya todo el relato que tiene, la época, las frases que siguen a lo del gordo, me parece que es claro de qué habla, y habla un poco de un pueblo dormido, ¿no? De un grupo de gente que necesita que la despierten, en realidad. Como que estoy advirtiéndole a alguien que va a hacer algo que después no hay vuelta atrás.

¿Y esa es una interpretación tuya sobre el estado de las cosas en tu país? Porque hay un tono un poco apocalíptico también en algunas canciones de Para Quién Trabajas.

Sí, sí, sí, lo siento así. Es como que estoy viviendo un poco así la realidad. Creo que es un relato muy personal de cómo yo estoy viviendo estas épocas. Ni hablar de que la situación mundial también ayuda a oprimir y a generar mucho más incomodidad en algún punto. Porque no es que estamos mal acá y de repente veo que, bueno, está todo bien, ¿no? Siento que es todo una gran olla que está a punto de destaparse y bueno, salir todo volando por los aires. Este es un elemento más de la cadena. Pero sí definitivamente lo veo como bastante apocalíptico y de nuevo hay algo, un elemento muy particular de esta época que es de lo que habla mucho El Gordo y sobre todo en su video que es de cómo esta época está tratando una situación tan delicada como esta.

Sí, el video es un programa matinal, me imagino, de la televisión argentina. Hay programas muy similares también acá en Chile. El mundo se está cayendo a pedazos. Desapareció el obelisco ya. Y un estadio, ¿no? Y el matinal sigue como si no pasara nada, digamos, con el psicólogo medio alternativo, con la chica que eres tú misma y que va al show musical del programa sin que importe nada. La vida sigue.

Totalmente.

Esa fantasía finalmente sigue. 

Totalmente. 

Es curioso que también en estos momentos se haya estrenado esta versión audiovisual del Eternauta, que también habla sobre un fin del mundo y pasa en Argentina. Hay un feeling de que las cosas están en un estado crítico.

Sí, me parece que sí. Y es loco como el Eternauta también afectó... Digo, no afectó, como hizo que la gente resonara mucho desde un lugar que tiene que ver exactamente con entender el punto de lo que viene a ser en este momento una historia como esa, escrita por quien la escribió, que me parece que es maravilloso.

Sí, justo cuando salió, que fue como un mes antes, o unas semanas antes, no me acuerdo, pero estábamos medio en esa época, yo también noté como unas similitudes en cuanto incluso al uso del argentinismo como una bandera, digamos, como un “no voy a hacerme que soy de otro lugar”. Creo que en esta época en Argentina está muy en boga como el hacernos los centroamericanos, como que no se note nuestro acento, como si eso no te dejara acercarte a mercados exteriores.

Total, como que para sonar en el mundo tenés que cambiar tu acento de algún modo. Es lo que está entendiendo actualmente la música y le está yendo muy bien a la gente que lo hace. Y son decisiones que… nada es grave, digamos. Estoy hablando de una descripción de época. Creo que hay una nueva ola, una nueva cosa que está pasando, que por suerte formo parte, que es como decir “no, no, no, yo hablo así, y creo que en Latinoamérica nos podemos entender completamente si incluso vengo y te hablo con ciertos términos”. Después si esto nos aleja, bueno, esto es lo que soy, yo vengo a traerme a mí, no quiero parecerme a vos para que vos me quieras, quiero que me quieras por lo que soy, como que me consumas en todo caso a mí, no a un espejo tuyo, pero mal hecho.

Probablemente es en la música urbana donde más se produce ese alejamiento de la argentinidad y se acerca a este acento centroamericano que tú decías. Sin embargo, muchos músicos de rock argentino no ven con malos ojos el auge de la música urbana y de las nuevas generaciones del hip hop en Argentina. ¿Cómo lo ves tú?

No lo veo mal. No, no lo veo mal. Creo que son dos cosas muy distintas. Incluso creo que ahora empezó a ver, por ejemplo, hace poco escuché el nuevo disco de Cazzu, Latinaje, que creo que empieza a decir “bueno, todo OK con todo esto, quiero llevarle al mundo que me está prestando atención los sonidos de mi país, y también un poco acercarlos a la música actual, aggiornarlo” y creo que lo hizo de una manera espectacular. Es un poco eso. Yo creo que es también un poco difícil de entender esa visión cuando es como que estamos tan acostumbrados que no nos damos cuenta de que está pasando eso, de que hay mucha gente joven que entra a la música y empieza a hablar distinto en su canción, solo cuando canta.

Es raro. Es una opción rara. Después, en cuanto a géneros, en cuanto a decisiones artísticas, me parece perfecto cada uno lo que quiera, pero me parece que es algo a lo que nos acostumbramos que está bueno que ahora se esté replanteando un poquitito. Porque es raro. Solo es raro. Es como decir, ¿por qué? ¿Por qué hay que cambiarlo? No sé si pasa en muchos países. ¿Me explico?

Sí, el género urbano chileno tiene algo similar. Puede ser como los anglicismos que se usan en el rock. La palabra “yeah" en una canción de rock hecha en Latinoamérica, puede ser algo similar. Como que el lenguaje universal de la música urbana puede ser caribeño, centroamericano, puertorriqueño, sobre todo.

Puede ser. Puede ser. Es verdad que hay un… Está ahí. Está ahí. Son debates similares en ese sentido. Es observación. Y me parece que está bueno cuando alguien de repente, en este caso, recupera algo, ¿no? Dice “che, este es mi sonido y lo…” Digo, hay un trabajo extra ahí. ¿Me explico?

Es como que no está entrando en un patrón en queya se sabe cómo tiene que ir la cosa, sino que viene a proponer algo desde su lugar y se extiende. Y me parece muy lindo ese gesto. Me parece muy inteligente de su parte también.

El Gordo, la colaboración de Marilina Bertoldi con Malena Pichot

Trabajaste en el video de El Gordo con Malena Pichot. ¿Cómo fue esa colaboración con ella?

Bárbara. Malena es bárbara.  Ahora va a sacar además una serie que no puedo esperar que salga. Se llama Viudas Negras. Malena es una gran… Para mí, de las personas que observan lo que está pasando en el país y lo retratan, es de las personas que más me interesan cómo lo hacen. Porque creo que le encuentra a situaciones muy difíciles de comunicar y muy difíciles de incluso sentirlas y de dejarse atravesar por eso, siento que le encuentra un tono de humor que yo lo agradezco mucho. Ese gesto me parece un gesto de amor.

Porque no deja de ser observacional, no deja de ser crítico, pero siento que te da una vuelta en la cual, si coincides, entiendes el chiste. Y si no, pasa. Es como que no es agresivo en ese sentido. Es como solo un chistecito. Creo que poder entrar con esa inteligencia, hablar de ciertas cosas, es algo que no muchos comediantes pueden hacer. Muchos comediantes dicen que hoy en día es muy difícil hacer humor. Y yo creo que es difícil hacer humor si no sos lo suficientemente inteligente como para hacer buenos chistes. Me parece que Malena es la mejor en eso. Cuando me dijo que podía hacer este video, me parecía perfecto porque era el tono que necesitaba.

Para hablar de cosas delicadas, mejor hacerlo con cariño y con humor. Y lo logró. El video es precioso, me encanta.


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