
El líder de R.E.M., Michael Stipe, y Kurt Cobain, de Nirvana, no eran simplemente iguales en el auge de la música alternativa; ante todo, eran amigos. Desde el mismo momento en que se conocieron, Stipe se encariñó con Cobain y rápidamente se dio cuenta de que era una persona aún mejor que un músico.
Su amistad no nació a través de fiestas desenfrenadas de rock 'n' roll; en cambio, se debió a que el guitarrista de R.E.M., Peter Buck, se mudó a Seattle. Casualmente, la pareja que compró la propiedad de al lado era Cobain y Courtney Love, lo que los llevó a pasar el rato juntos con regularidad. También fue el lugar de la primera interacción de Cobain con Stipe, lo que dejó una fuerte impresión en el cantante de R.E.M.
La relación entre Stipe y Kurt Cobain
Stipe intentó ayudar a quién el consideraba como su amigo, en sus últimos días. Consciente, al igual que gran parte del mundo, de la tormenta emocional que lo rodeaba, trató de acercarse a su vida ofreciendo un pretexto musical: una colaboración. El músico le envió un pasaje de avión y un chofer para que lo llevara a su encuentro.

Sobre esto, según lo que reportó Interview Magazine: “Simplemente construí un proyecto para intentar sacar a Kurt de ese estado mental. Él clavó el boleto en la pared de su habitación, mientras que el conductor esperó afuera de la casa durante 10 horas. Kurt no salió ni respondió el teléfono, declaró.
Continuando con su historia: "Yo estaba en Miami grabando un disco y no sentí que pudiera volar al otro lado del país por alguien a quien realmente admiraba, que era un amigo, un buen amigo, pero no mi mejor amigo, ¿sabes a lo que me refiero?".

Para terminar con su pensar, dijo: "No sentí que me correspondiera tomar un avión e ir a Seattle. Estaba haciendo lo que pensé que era lo mejor en ese momento. Y, francamente, no soy bueno tratando con adictos a la heroína. Probé heroína, pero fue por accidente. No soy bueno manejando ese nivel de abuso de sustancias”, finalizó sus sentidas palabras.