Cada 5 de junio, se celebra un nuevo Día del Medio Ambiente, con el cual se pretende crear mayor conciencia acerca de nuestra huella en el planeta y sobre qué prácticas tomamos en relación al desarrollo sustentable y equitativo. Y si bien año a año disfrutamos las grandes películas que se estrenan, no mucho se sabe acerca del impacto de la industria del cine en el medio ambiente.
¿Cuál es el impacto de la industria del cine en el medio ambiente?
Y es que cuanto uno piensa en contaminación, es común pensar en rubros como la pesca, la textilería, automotores, etc. Sin embargo, rara vez se habla del impacto medioambiental que poseen las actividades cinematográficas.
De acuerdo a un informe de la Universidad de Los Ángeles en 2006, la producción de una película produce, en promedio, 500 toneladas de CO2. Con la industria hollywoodense completa generando 15 millones de toneladas de manera anual.
Y ni hablar de cómo esto impacta a las localidades donde se concretan las grabaciones.
Está el ejemplo de El Día Después de Mañana (2004), la cual fue dirigida por Roland Emmerich y protagonizada por Jake Gyllenhaal. Y es que causó grandes cantidades de CO2 por los transportes y maquinarias que se emplearon para el rodaje, con la producción promoviendo la reforestación de la zona para compensar los efectos nocivos.
Otro caso fue La Playa (2000), la cual fue dirigida por Danny Boyle, estelarizada por Leonardo Di Caprio y producida por la 20th Century Fox. Y es que se eligió la isla tailandesa de Ko Phi Phi Lee.
Allí se afectó a la localidad, con el equipo de grabación retirando especies autóctonas de la playa e introduciendo otras especies para tomar tomas más atractivas. Lo cual, al ser un Parque Nacional, le valió un juicio por daños medioambientales a Fox.
También, Piratas del Caribe: La Venganza del Salazar (2017) presuntamente vertió desechos químicos mientras filmaba en Queensland, Australia, generando contaminación en el agua local. También, Mad Max: Fury Road (2015), dañó áreas sensibles en la costa atlántica africana durante su rodaje, poniendo en peligro a reptiles y cactus locales.
Otro caso grave fue la de The Vanishing American (1924), cuya producción llevó bisontes de las Grandes Llanuras a la Isla Catalina en California. Sin embargo, no devolvió a la especie no nativa a su hábitat original, por lo que estos animales continúan viviendo en la isla.
¿Qué soluciones hay?
Si bien el impacto medioambiental del cine puede sonar inevitable, existen ciertos hábitos que pueden ayudar a disminuir la contaminación.
Para ello existen prácticas que promueven un cine más ecológico. Como el uso de decorados desmontables y reciclables, uso de maquillaje veggie o cuyo impacto medioambiental seamínimo, el uso de efectos digitales para el uso de explosiones, etc.
Asimismo, existen entidades públicas como la Tenerife Film Comission, la cual fomenta una produción audiovisual más amigable con el medioambiente en la isla de Tenerife (Islas Canarias, España). La que produjo un decálogo para lograr producciones sostenibles.
Entre los detalles, se recomienda buscar localizaciones responsablemente, la comunicación de riesgo con el propio equipo para así disminuir el impacto ambiental de la producción, proteger las localizaciones, fomentar una movilidad eficiente y sostenible, o implementar catering sostenible.
También se recomienda el consumo de artículos incentivando el alquiler, motivar el reciclaje de residuos, consumo eficiente de energía, implementar buenas prácticas en el uso del agua, y realizar un seguimiento de los puntos para así fomentar estas prácticas en la industria cinematográfica.
