Se trata de 2018VP1, de la clase Apolo, un asteroide del tamaño de un refrigerador que podría ser visible cerca del punto de entrada en la atmósfera incluso durante el día.
Un asteroide es un cuerpo celeste rocoso, más pequeño que un planeta y mayor que un metereoide. La mayoría tiene su órbita entre Marte y Júpiter.
El divulgador científico Neil deGrasse Tyson afirmó que el cuerpo no es tan grande como para impactar con éxito la superficie de la tierra, por lo que no interrumpiría nuestra civilización. Añade además que va a más de 40,555 kilómetros por hora, lo que sería como impactar de frente contra un muro.
Este fenómeno fue observado por última vez en noviembre del año 2018 lo que hace que exista mucha incertidumbre sobre su trayectoria pero se calcula que lo más probable es que pase a medio millón de kilómetros de distancia de la tierra.
En agosto la NASA reiteró que no hay peligro con la llegada de este asteroide. “es muy pequeño, aproximadamente de dos metros y no supone una amenaza para la Tierra. Si entrara en la atmósfera se desintegraría en muy pequeñas partes”.
Te puede interesar: NASA y Nokia crearán red de telefonía móvil en la Luna
El descubrimiento de este asteroide ha sido posible gracias a que la NASA, a petición del congreso de Estados Unidos, ha creado un programa para detectar, en lo posible, el 90% de los asteroides con órbitas cercanas a la Tierra con un diámetro superior a 140 metros. Esto resulta relevante para Estados Unidos sobre todo porque, en este caso, la caída del asteroide impactaría un día antes de las elecciones presidenciales de ese país.
Debido a que el asteroide descubierto no impactará de forma irremediable al planeta Tierra, Tyson bromea mencionando que "si el mundo se acabara en 2020, no podrán culpar al universo".