Cuando piensas en Pelé de seguro piensas en uno de los futbolistas más importantes de la historia y el impacto que tuvo en el deporte. Sin embargo, su carrera profesional en el fútbol está lejos de ser su única pasión, con intereses que escondió por mucho tiempo.
Y es que la verdad es que Pelé también tiene una faceta como músico que pocos conocen. Según él mismo reveló hace unos años, prefirió esconder sus composiciones del mundo y dejar que se centraran en su vida como futbolista.
La faceta de músico de Pelé
En 1997 se lanzó el documental Pelé, un filme que sigue la vida y la carrera de uno de los futbolistas más importantes en la historia de Brasil y el mundo. Sin embargo, lo que muchos no sabían es que el deportista tenía otra participación en la cinta.
En compañía del músico brasileño, Sérgio Mendes, Pelé compuso la banda sonora oficial del documental. Algo que siempre había querido hacer, considerando que la música y la composición es una de sus mayores pasiones.
"Cuando era futbolsita profesional en Santos, hubo muchos momentos donde pasaba en hoteles sin hacer nada. Mi forma de matar el tiempo era escribir canciones y tocar mi guitarra", reveló Pelé sobre su amor por la música, en conversación con The Guardian.
"He escrito más de 500 canciones. A veces solo escribo la letra. Otras veces vienen con melodía. Siempre voy con mi grabadora y grabo todo lo que se me venga a la cabeza", continuó la leyenda del fútbol. Sin embargo, también explicó por qué no quería que nadie lo supiera.
"No quería que el público hiciera una comparación entre Pelé el compositor y Pelé el futbolista. Esa sería una gran injusticia. En el fútbol, mi talento era un regalo de Dios. La música era solo por diversión", explicó el futbolista brasileño.
Eventualmente, el también compositor decidió superar este tema y terminó publicando su música para el mundo. En 2016, lanzó su álbum debut oficial, Pele Ginga, el cual describió como uno de sus trabajos más importantes. "Este disco es parte de lo que le dejaré a generaciones futuras", afirmó.
