Mauricio Redolés (Santiago, 1953) es uno de los referentes más importantes de la música y poesía chilena. Con una trayectoria marcada por la prisión política durante la dictadura, el exilio en Londres y una extensa obra que combina humor, crítica y memoria, se ha consolidado como una figura clave de la contracultura nacional. Muchas de sus canciones y poemas son parte de un cancionero que mezcla ironía, testimonio y crónica urbana.
En 2025, celebra 50 años de carrera con una serie de conciertos gratuitos en Santiago y regiones. Acompañado por Lavanda, un ensamble de once músicos, ya se presentó en Lo Prado y Pudahuel, y tiene fechas confirmadas para el 17 de septiembre en el CEINA (Centro de Extensión del Instituto Nacional), el 26 en el Teatro de San Joaquín, el 27 en el espacio Mata de La Granja, además de una presentación en La Ligua y otra el 4 de octubre en el Día de la Música. Las entradas son gratis están disponibles a través de Portal Tickets.
En esta entrevista, Redolés recuerda su debut artístico en la cárcel de Valparaíso en 1975, reflexiona sobre la influencia de Patricio Manns y Carlos Droguett, analiza el estallido social y revisa su relación con el Partido Comunista. También evoca la memoria de compañeros fallecidosy destaca la importancia de persistir con la música y la poesía como forma de resistencia cultural.
El texto a continuación es una síntesis de la conversación de Redolés con Rock and Pop, que puedes ver completa en video aquí:
Los inicios de Mauricio Redolés en la cárcel de Valparaíso
¿Qué pasa en 1975 ese año que te permite establecer el hito del inicio de tu carrera?
Bueno, yo era preso político en la cárcel de Valparaíso y en una conmemoración del primero de mayo mis compañeros me invitaron a cantar, y fue la primera vez que canté ante un "público". También pasó por la cárcel el senador comunista Jorge Montes y en un almuerzo me pidieron que leyera un poema. Entonces, tanto la poesía como la música nacen en el 75 en la cárcel de Valparaíso, en la antigua cárcel que hoy es centro cultural.
¿Y el público eran los otros presos?
Que era un público cautivo (risas), literalmente hablando, y no tenían otra posibilidad que escuchar. Había gente del Partido Comunista, del MIR, del Partido Socialista, del MAPU, además de marinos constitucionalistas que se habían opuesto al golpe y estaban presos desde antes del 11 de septiembre. Toda la Unidad Popular en una sola celda.
¿Cuál era tu vínculo con la música y con la poesía hasta entonces?
Escribía y cantaba y componía, aunque esa primera vez interpreté canciones que no eran mías: Qué pena siente el alma de Violeta Parra, Los momentos de Los Blops y Nuestro México, febrero 23 de Margarito Lozano. En poesía, escribí un texto para esa ocasión que se llamaba Los comunistas.
Tocaste con una guitarra, me imagino, nada más.
Con una guitarra, nada más. Y más tarde hice talleres de poesía en las cárceles y tuve un proyecto para recopilar canciones de presos. Incluso con Álvaro Henríquez (líder de Los Tres) hablamos de Folsom Prison Blues de Johnny Cash y yo hice una versión que llamé De Folsom a Colina 2, con la letra traducida al chileno, donde el narrador está en la prisión de Colina porque mató a un tipo en Rengo (en la canción original, lo mata en Reno).
Conciertos gratuitos por los 50 años de carrera
Mauricio, entonces para conmemorar estos 50 años has estado actuando. Ya estuviste el viernes 5 en el Teatro Juan Hara en Lo Prado. El domingo 7 estuviste en la Biblioteca de Pudahuel, y lo que viene para adelante es el miércoles 17 un show en el CEINA, luego el viernes 26 en el Teatro de San Joaquín, y el sábado 27 en el espacio Matta en La Granja. Un elemento atractivo de esto es que además son shows gratuitos todos, ¿no?
Son todos gratuitos, la gente puede entrar a Portal Tickets y pedir su entrada. Todavía hay entradas para el CEINA, en Arturo Prat 33, y para los otros shows también. Es una buena previa del 18, con música, poesía y memoria.
Cuando ves en retrospectiva estos 50 años, ¿qué dirías tú que emerge como un sello común, como un hilo conector?
Es una crónica, es una crónica de mi vida y de lo que yo veo. Recordando al querido Patricio Manns, con quien me hice muy amigo al final de su vida, reconozco mucho su influencia y la de Carlos Droguett. Muchas de mis canciones del disco Malas Intenciones (grabado en cassette en 1978 y disponible en YouTube) tienen esa huella literaria. Droguett fue frontal, crítico, incómodo, y esa actitud me marcó.
Mauricio Redolés sobre el estallido social y la política
En tu último disco, Redolés Lavanda, la canción En el Oasis de Pirañas cuenta la historia del Estallido Social y las expectativas que dices que no cumplió ¿a qué se debe esa frustración?
Yo creo que hubo un problema grave, y es que la izquierda abandonó los territorios, incluido el Partido Comunista. La rebelión popular se vio sin conducción. Algunos decían que era bueno que no hubiera dirección, pero al final nos engañaron. Faltaba una vanguardia, no para apropiarse de la gente, sino para darle conducción. Y además hubo infiltrados y lumpen provocados por la derecha, hechos que no fueron obra de los trabajadores ni del pueblo.
Cuando hablás de tu distancia con el PC. ¿A qué se debía esa distancia? ¿Tu carrera musical tuvo algo que ver?
Había quienes consideraban el rock como música del imperialismo, pero lo fundamental fue la falta de discusión interna. Todo se regía por lo que decía la comisión política o el secretariado. A quienes pensábamos distinto se nos acusaba de fraccionalistas. Además, temas como el feminismo o el medioambiente eran vistos como hippies. Yo quería que esas discusiones existieran, pero no había espacio para eso.
En el disco Bello Barrio (1987), el poema del mismo nombre hablas de "viejos culea'os", ¿estás pensando en esas estructuras del partido?
No estaba tan relacionado con el partido en ese caso, aunque sí tenía otros poemas que aludían a él directamente. Pero claro, el tono punk de Bello Barrio también era un alegato de libertad, contra la rigidez, contra lo establecido.
Persistencia, memoria y homenaje a compañeros
Mauricio, en Redolés Lavanda también tienes un tema que es un homenaje a Nelson “Neco” Cabrera, amigo tuyo que murió recientemente. ¿Cómo te impacta eso a ti, la muerte de los cercanos?
Somos cada vez menos los que éramos. Yo soy un sobreviviente de la dictadura, de la cárcel, de la tortura, del Hospital Naval donde estuve un mes producto de la tortura. Y aún estoy cantando, aún estoy vigente. Muchos compañeros, como Nelson Cabrera, murieron con secuelas de la tortura. Pero yo sigo, con músicos fieles, con mis hijos, con mi compañera, todos involucrados en lo que hacemos. Esa comunidad me da fuerza para continuar.
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