El disco La Espada y la Pared marcó, en 1995, no uno, sino varios hitos en la carrera de Los Tres. A través de sus canciones se hizo evidente que el grupo abarcaba una paleta estilística mucho más amplia que lo que había venido mostrando a ese entonces. A su matriz rockabilly se agregaban guiños y homenajes a la nueva canción chilena, a la vanguardia de los años sesenta y a la nueva ola. El álbum también fue un éxito comercial, convirtiéndose entonces en el disco chileno que más rápido alcanzó las certificaciones de oro y platino por sus ventas. La Espada y la Pared fue también el preludio al registro del Unplugged del grupo para MTV, lo que implicó una nueva escala de masividad local y el comienzo de su internacionalización.
Son muchas cosas, algunas de las cuales recorrimos junto a los cuatro músicos reunidos desde el año pasado y que el 28 de junio celebrarán los 30 años de La Espada y la Pared con un show en Movistar Arena. Las entradas para el evento están a la venta en Punto Ticket.
Volver a hacer un disco en vivo, íntegro como entiendo que lo van a hacer, implica de alguna manera reencontrarse con él, reescucharlo, analizarlo. ¿Qué han descubierto o redescubierto de ustedes como músicos y de ese disco como obra, ahora que han vuelto a trabajarlo, a estar inmersos en esas canciones?
- Ángel Parra: En realidad, no lo hemos tocado todavía en su totalidad, pero cada vez que interpretamos una canción nueva que no hemos tocado en los últimos 20 años, nos encontramos con la misma frescura que tienen las canciones de Los Tres, con esas mismas letras y con esa sincronía que es como inexplicable y que espero todos los grupos puedan lograr, que los cuatro músicos saben qué es lo que tienen que hacer. Y creo que La Espada y la Pared es un disco que tuvo situaciones muy especiales, como la presencia de Germán Bobe en los videos, las composiciones, el single de Déjate Caer, lo que pasó con MTV. Pero lo más importante es la llegada a ese público masivo de todas las edades que apreció tanto las canciones y estas canciones instrumentales también que están ahí, que son súper especiales.
Así que es un disco muy memorable para nosotros.
Para la carrera de los Tres fue bien importante, ¿no? Comercialmente, fue un disco que bate un récord por el poco tiempo en que se convirtió en disco de oro, luego platino también. O sea, rompió dos récords y eso fue muy relevante desde un punto de vista estadístico, ¿no? Pero para ustedes, ¿qué representó, qué significó? ¿Cerró algo, abrió otras cosas?
- Álvaro Henríquez: Yo creo que abrió más que cerrar. Bueno, abrió un sonido y una forma de tocar que era la que nosotros queríamos y estábamos buscando desde el primer disco. O sea, como que se concluyó. Dijimos “ya, OK, esto es, este es nuestro sonido, esto es lo que queremos”.
En ese disco trabajamos con Mario Breuer también, a quien le mando un gran saludo. Entonces, como que todas las cosas se hicieron más fáciles porque ya habíamos quedado de acuerdo en qué sonido queríamos. Yo escucho ese disco, por ejemplo, de repente hay una canción por ahí en la radio y digo, “oye, suena bien esto, suena muy bien”.
Entonces, como decía Titae, han envejecido bien este disco que ha sido tan importante para nosotros. Gracias a eso llegamos después al Unplugged. Es un disco importante. Tocamos casi todo el disco, en realidad, siempre, pero nos faltan creo que tres canciones, por ejemplo, para tener la totalidad del concepto.
Y tiene una gran amplitud de referentes y tal vez por eso mismo es como una muy buena carta de presentación del sonido total de Los Tres, ¿no? Esa raíz de rockabilly del grupo, pero también ciertos sonidos que tienen que ver con la nueva canción chilena, los covers son uno de Buddy Richard y otro de The Velvet Underground. Da la impresión de que cristaliza todo lo que ustedes habían venido trabajando como banda desde su inicio, ¿no?
Es una muy buena forma de decirlo, sí, cristalizar, sí. Estoy de acuerdo con eso.
¿Lo que van a hacer en el Movistar para celebrar las tres décadas de este disco es una presentación de principio a fin en el mismo orden o tiene variantes con el repertorio?
La idea es hacerlo completo, tal como es el disco. Seguramente vamos a tocar otras canciones en otro segmento del espectáculo, pero la idea es hacer el disco entero, igual que el disco original, digamos. Y eso también es una idea que tenía por haber visto a Brian Wilson cuando hizo Smile, Pet Sounds, que también agarraba un disco y lo montaba entero.
Entonces, partía tocando algunas canciones de Los Beach Boys y de repente el tipo decía, “ahora relájense, sáquense los zapatos a escuchar buena música”. Y ahí tocaba entero el Pet Sounds o el Smile. De ahí viene como la idea de hacerlo exactamente igual.
Y entre Pet Sounds y el momento en que sale La Espada y la Pared pasaron más o menos los mismos 30 años, ¿no? Un disco del 66 y otro, del 95.
La pura verdad.
Hay como ciclos que se van cumpliendo también.
Sí, sí, totalmente.
¿Cómo se perciben ustedes mismos como los músicos que eran entonces? ¿O sienten que han estado haciendo lo mismo de alguna manera más o menos natural desde entonces hasta hoy?
Roberto "Titae" Lindl: Como dice Álvaro, llegamos a una manera en ese disco a acompañar la canción y a cómo sonar. Y qué guitarra usar y la paleta sonora, así, de la guitarra acústica a la guitarra eléctrica, porque atraviesa varios diferentes estilos exactamente el disco. Y siempre hemos querido hacer eso más o menos. Pero siempre con una manera, con un carácter especial, tanto en la composición como en la manera de acompañarla. Entonces, yo creo que llegamos a eso, especialmente, por eso le tenemos tanto cariño a este disco.
La Espada & la Pared: el disco que llamó la atención de MTV
Hay dos cosas que les quería preguntar si alguna vez en la vida lo iba a volver a tener al frente y está pasando. Son dos cosas que me parece que son referentes de canciones y las dos tienen que ver con Elvis. Una es que en Tírate, hay una melodía que es muy parecida a una canción que se llama, “I'm gonna sit right down and cry over you”.
Alvaro Henríquez: Eso es correcto.
Y lo otro es que hay otra frase: “que no se me olvide acordarte que me tienes que olvidar”.
"I forgot to remember to forget" (canción grabada por Elvis en 1995 para Sun Records).
Los Beatles también cantaban “I'm gonna sit right down and cry over you” en vivo, está en los discos de la BBC. Entonces, también los tenemos que meter a este gran combinado internacional de referentes de La espada y la Pared.
Sí, bueno, las influencias de esa época también permitieron que el disco fuera como es, como suena, mitad acústico, mitad eléctrico en el fondo.
Como Bringin’ It All Back Home, de Bob Dylan.
Claro. Cuando fuimos a Miami, a la gente de MTV le gustó mucho que tocáramos instrumentos acústicos con una guitarra eléctrica. Entonces, ahí se dio después, bueno, el Unplugged.
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