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Se fueron a grabar a Ibiza, hicieron perder millones al sello en fiestas, pero terminaron componiendo un ícono del dance-rock

La desconocida historia de fiestas y excesos en Ibiza detrás de la grabación de uno de los discos más exitosos New Order.

New Order
New Order

El grupo Británico New Order fue uno de las más importantes exponentes del movimiento dance de los 80. Este se creó en Inglaterra en el 1980 por los ex miembros de la icónica banda de post-punk Joy Division luego de la muerte de su vocalista Ian Curtis.

La banda, que se encuentra activa hasta el día hoy, tiene un total de 10 álbumes de estudio publicados en sus más de 40 años de existencia. De donde destacan canciones como "Age of Consent", "Bizarre Love Triangle" y la legendaria "Blue Monday". La cual incluso se convirtió en el disco de 12 pulgadas más vendido de la historia.

A pesar de la gran fama de este proyecto, la huella que ha dejado en la música y los millones de fanáticos alrededor del mundo, este cuenta con una historia desconocida para muchos. Y tiene que ver con la producción de su quinto disco llamado Technique.

La historia de fiesta detrás del quinto álbum de New Order

En el año 1988 los integrantes de New Order viajaron hasta la isla de Ibiza con el fin de grabar lo que sería su quinto trabajo de estudio, Technique. Eligieron este lugar gracias a que era conocido principalmente por ser el epicentro mundial de la cultura acid house. En donde era pan de cada día las fiestas interminables y el consumo de éxtasis en exceso.

Al poco tiempo de llegar, se corrió la voz de que New Order estaba en la isla, por lo que alguien contrató un bus para poder llegar al estudio. Lo que provocó que cientos de personas con ganas de fiesta y drogas gratis vieran el lugar como el siguiente gran panorama.

El lugar de grabación se convirtió en una festival de excesos constante desde ese momento. Esto logró que en un plazo de casi dos meses, la banda no compusiera ni grabara casi ninguna canción.

Los británicos pasaban la mayor parte de su tiempo en las discotecas de Ibiza, gastando todo su presupuesto. Provocando una muy esperable molestia de su sello discográfico "Factory". Al enterarse de esto, Tony Wilson, el presidente de este, viajó desde Inglaterra para poder llevarlos de vuelta.

Finalmente el disco se grabó en su gran mayoría en su país de origen, para finalmente ser lanzado en el 1989. Logrando volverse uno de los más icónicos de la discografía de New Order.


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