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La famosa canción en la que Paul McCartney se inspiró en su mascota

Dentro de las composiciones de Paul McCartney, existe una que tiene una historia muy peculiar detrás, ya que incluye a su querida mascota.

Paul McCartney
Getty

Pocos músicos en la historia de la industria musical, han logrado marcar tanto al mundo, como lo hizo Sir Paul McCartney.

Tanto con The Beatles como con su banda The Wings, creó una gran variedad de temas que traspasaron fronteras. Inculcándose como verdaderos himnos que hasta hoy siguen sonando.

Es por razones como esta, que el artista británico, se mantuvo tan vigente con el tiempo, ya que en la actualidad sigue haciendo giras mundiales. Llevando su increíble legado a todos lados, para que incluso nuevas generaciones se encariñen.

Dentro de sus composiciones, que superan las tres cifras, por lo menos hablando de las que salieron a la luz, hay una que contiene una historia muy peculiar.

Esto se debe a que básicamente, se inspiró en una tierna mascota para ejecutarla. Ocupándola como un verdadero objeto lírico.

Paul McCartney y su perrita Martha/ Getty

Un éxito destacado por la profundidad de Paul McCartney

El británico, siempre se destacó como el beatle más profundo y romántico, por sus letras que muchas veces llegaban al corazón de sus oyentes.

Esto siempre se hizo notar en su banda, lo cual ayudó a que los fanáticos lo quisieran y estimaran aún más.

Dentro del conjunto de Liverpool, más precisamente en el White Álbum, hay una canción llamada "Martha My Dear".

Dicho tema es muy importante, pues según el medio Infobae; varios fanáticos siempre pensaron que era dedicada a una actriz inglesa del momento.

Sin embargo, harto tiempo después, el distinguido intérprete de Liverpool dio su verdadero significado. Revelando que se trataba de una canción dedicada a su primera mascota que tuvo.

Esta era una perrita de raza Pastor Inglés, la cual estuvo con el desde 1961, viviendo a su lado por casi 20 años.

“Martha fue mi primera mascota, nunca tuve un perro o gato en casa. Hubo una ocasión que estaban regalando perros cerca de donde vivíamos y fuimos corriendo a casa a preguntar a nuestros padres si podíamos obtener uno, nos dijeron que no”, contó Paul McCartney.

Sin dudas, una explicación muy tierna, que derivó en una icónica composición que se recuerda hasta hoy.

 


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