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El día en el que Gene Simmons se quemó en un concierto de Kiss

Dentro de los primeros concierto que hizo Kiss en su formación como banda hubo en uno que Gene Simmons se prendió en fuego.

Gene Simmons
Gene Simmons

Conocido por su música y ser un gigante del negocio musical, Gene Simmons se convirtió en todo un rostro de lo que es el rock.

Y es que no es para menos, puesto que con su Kiss, logró cosas maravillosamente sorprendentes, debido a la perseverancia a su llamativa propuesta.

Fue en 1973, cuando cuatro músicos, se lanzaron a la vida en busca de un sueño, en el cual sabían que tendrían que destacar por sobre el resto.

Para ello, tuvieron que pensar bastante hasta que dieron en el clave, creando maquillajes y todo un parafernálico show que evolucionó sorprendentemente con el tiempo.

Sin embargo, para ello trabajaron bastante, tocando desde cero y siendo testigos del ensayo y error hasta que lograron el concierto perfecto.

Dentro de las primeras presentaciones, el mítico bajista sufrió un duro accidente, que de no ser por la rapidez de los técnicos, pudo haber sido lamentable.

Kiss

El show en el que Gene Simmons sufrió la quemadura de su cabello

Varias veces se puede aprender a las malas y The Demon, lo sabe muy bien.

Resulta que hace 50 años, el legendario bajista se encontraba dando un concierto junto a sus debutantes compañeros en La Academia Musical de Nueva York.

En aquel recinto le abrirían al conocido grupo Blue Oyster Cult. Dicho evento fue en año nuevo y el truco de lanzar fuego era algo completamente novedoso.

En plena presentación, Gene agarró el palo con el fuego ya prendido e hizo lo que luego sería una de sus principales acciones arriba de la tarima. Escupió para que las llamas salieran disparadas para al frente, no obstante su pelo sufrio que maduras y se terminó prendiendo.

Un hecho totalmente sorprendente que asombró a todos y que por suerte no pasó a mayores, pues es sumamente peligroso.

Según Futuro, esto le sucedió como seis o siete veces más, pero terminó por perfeccionarlo de una manera brutal. Tan así que se ve a la ligera como algo completamente natural. 


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