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Amy Winehouse es mucho más que una trágica historia de la música

Tras su muerte a una edad temprana, la historia de Amy Winehouse suele solo asociarse a la tragedia, ignorando su legado musical.

Amy Winehouse
Getty Images

Este 2021 se cumplirán 10 años desde la partida de una de las voces más importantes del siglo. Un 23 de julio de 2011, la voz de Amy Winehouse se apagó y se le puso un trágico final a su historia. Desde entonces, existe una amarga sensación al recordarla, donde lo complejo de su vida termina opacando en gran parte su carrera. 

Así, tras una década desde su fallecimiento, se hace más importante que nunca recordar los otros lados de Amy. Aquella artista que con menos de 10 años de carrera y solo dos discos de estudio generó tal impacto en la industria musical que su voz sigue sonando con fuerza. 

Cuando Amy Winehouse se tomó el mundo por sorpresa

Hoy, es difícil separar la historia de Amy Winehouse de sus problemas y adicciones. Después de todo, fue esto lo que apagó para siempre su voz. Sin embargo, la figura de Amy tiene un impacto mucho más allá de un trágico final, con una huella musical que es palpable en la escena actual. 

Para cuando Amy Winehouse debutó en 2003 con Frank, no tenía el camino sencillo. El pop de Britney Spears, Justin Timberlake, Beyoncé, Timbaland, entre otros, era lo que se tomaba las listas de popularidad. Por esto, una placa de jazz moderno tenía pocas oportunidades de colarse en lo más escuchado.

Sin embargo, la sensibilidad de sus letras y la potencia de su voz poco a poco comenzaron a llamar la atención. Amy se convirtió en la recomendación predilecta de quienes buscaban un nuevo sonido en la escena, con una voz imposible de ignorar.  

Tuvieron que pasar tres años para que Amy Winehouse realmente se tomara al mundo por sorpresa. El lanzamiento de Back to Black se sintió como un clásico instantáneo, donde cada canción tenía algo conocido e identificable como novedoso y emocionante.  

Más de 16 millones de ventas a nivel mundial, cinco premios Grammy, una ola de artistas inspirados y canciones que siguen sonando con fuerza son solo algunos de los legados que dejó su segundo álbum. Pese a que también fue su último trabajo en vida, fue suficiente para que su figura quedara para siempre plasmada en la historia de las artistas más relevantes.

¿Qué la hacía tan especial?

Bastaba solo verla en el escenario para que quedara claro, Amy Winehouse no era como el resto de sus contemporáneos. Sus letras eran vulnerables pero demasiado "agresivas" para las figuras femeninas que la industria promocionaba. 

Amy era honesta, pero quizás demasiado honesta para un público tradicional. Era talentosa, pero quizás demasiado como para no incomodar a los ídolos hombres. Era segura en su sexualidad, pero no la presentaba de una forma comercial y tradicional para el consumo mainstream. "Solo para los gays", comentó Amy Winehouse cuando se le preguntó si se consideraba un símbolo sexual.

Pero más que todo lo anterior, Amy Winehouse provocaba. A diferencia de artistas que entregan una versión más "saludable" de las adicciones, la británica las enfrentaba en tiempo real a ojos de todos. No había tiempo de glamorizar, Amy enfrentaba demonios en su punto más exitoso, algo a lo que muchos no le encontraban sentido.

Y es que, si bien la salud mental cada vez se discute más, esta continúa debatiéndose como algo del "pasado". No era el caso de Amy, sus batallas eran claramente parte de su presente. A todos les fascina fantasear con la compleja vida de sus ídolos, pero les incomoda verlo en vivo.

Sus fanáticos y el público general cantó a todo pulmón las canciones de Amy Winehouse, identificándose con sus vulnerables letras. Pero cuando esta honestidad lírica se presentaba en el escenario, fue apuntada con el dedo y ridiculizada.  

Su enorme legado

Hasta sus últimos días, Amy Winehouse no ocultó la parte más emocional y vulnerable de su carrera. Ya se en sus conciertos o fuera de ellos, nunca comprometió las partes de ella que muchas veces le trajo problemas por cómo era percibida en el ojo público. 

Adele, Lady Gaga, Lana Del Rey, Duffy, Florence Welch, Halsey, Billie Eilish y Lorde son una enorme gama de artistas que tienen bastante que agradecerle a Amy Winehouse. Y es que probó, en una década tan obsesionada por las celebridades como los 2000, que una mujer no debía verse o presentarse de una cierta manera para ser exitosa. 

En 2018, Demi Lovato estrenó una canción titulada Sobersobre su regreso a las adicciones. Una honesta carta de ayuda que en una escena sin la historia de Amy Winehouse no hubiera podido existir. Con su voz y letras, sin regirse bajo los estereotipos de cómo debía lucir una mujer, Adele triunfo en la década pasada, confesando tomar gran influencia en la carrera de quien fuera su amiga.  

Estos son solo algunos de los ejemplos en los que se puede ver la huella de Amy Winehouse, donde fue su vida la que inspiró más allá de su partida. Hoy más que nunca queda claro que los ídolos están lejos de ser perfectos y Amy jamás lo ocultó. 

Se hace difícil separarla de su trágico final. Sus últimos años y la idealización de la estrella sufrida han terminado por opacar cómo impacto verdaderamente la industria. Sin embargo, no hace falta mirar muy lejos para sentir la huella de Amy, donde sus sonidos, voz y vulnerabilidad son palpables en las figuras del presente. Quizás, en un mundo como el que ella ayudó a formar, la historia de Amy Winehouse pudo haber terminado diferente.


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