Este año, la pandemia por Covid-19 trajo nuevos desafíos para los establecimientos educacionales: buscar la manera en seguir haciendo clases, sin que los alumnos vayan de forma presencial. La solución, en su mayoría, ha sido las clases online. Esta ha sido la forma en la que, durante todo lo que llevamos de este año, se ha realizado la jornada escolar.
Esto ha puesto múltiples desafíos y los establecimientos educacionales se han esforzado durante ocho meses para llevarlo adelante. Pese a que quedan dos meses de clases, el Ministerio de Educación ha puesto sobre la mesa la posibilidad de volver a las aulas presencialmente.
Ante esto, muchos se han resistido a la idea a pesar de que algunos establecimientos han considerado la medida. De hecho, uno de los colegios que abrió sus puertas fue el liceo de Pique, pero no llegó ni un alumno. “Se percibe cierta desconexión entre las autoridades y las expectativas de la ciudadanía en materia de educación”, explicó a CNN el director de INC Construcciones, Diego Fuentes.
Así, un estudio realizado a principios de octubre, buscó evidenciar cuál es la opinión de los chilenos con respecto a volver o no a las aulas. La investigación realizada por INC Consultores demostró entonces que un 65% no está de acuerdo con regresar de forma presencial, mientras que un 35% sí aprueba la medida.
¿Cómo se hizo el estudio?
La investigación analizó 5.523 conversaciones sociales entre el 2 y el 5 de octubre, utilizando un software especialmente diseñado para analizar y reportar grandes volúmenes de datos. La recolección de estos datos se hizo mediante la búsqueda de “palabras clave” o “keywords”, según lo que señaló Fuentes a CNN.
¿Cuáles son las razones por las que no quieren volver a clases presenciales?
La principal razón, que abarca el 50% de las respuestas, tiene que ver con las diferencias estructurales y económicas que existen entre los distintos establecimientos a lo largo del país, es decir, la desigualdad. Esto hace que sea muy difícil implementar medidas sanitarias.
Otro de los argumentos es la aprehensión frente a la seguridad sanitaria de los colegios y los miedos de los padres al exponer a sus hijos frente al Covid-19.
La otra mirada
Por su parte, quienes sí están de acuerdo con volver a clases de forma presencial, dicen que será en beneficio de la interacción social entre los estudiantes, lo que garantiza un mejor aprendizaje.
Así también, un 30% asegura que al volver a las aulas, se disminuirá la brecha de desigualdad que existe en materia educacional, producida por la dependencia que tienen los alumnos a la tecnología para poder conectarse a las clases.
Sin embargo, “los datos en general muestran que existe una alta desconfianza en la gestión de las autoridades para asegurar transversalmente un estándar que minimice el riesgo de contagio, en un contexto de diferencias muy grandes entre los colegios públicos y privados (…)” indicó a CNN el director de INC Construcciones.
¿Qué dice al respecto el Colegio de Profesores?
“Evidentemente, este año si vuelve un porcentaje va a ser bajísimo”, indicó Mario Aguilar según datos de CNN, quien es presidente del Colegio de Profesores. Además agrega que esta realidad la debería asumir el Ministerio de Educación, dejando de insistir en un regreso a las aulas. Por el contrario, lo que debería hacer el Ministerio según Aguilar, es apoyar las clases online durante los últimos dos meses que quedan.
Ante esto, el Ministerio asegura que son 678 establecimientos los que han pedido la solicitud para regresar de forma presencial y lo que han hecho es evaluar caso a caso para poder cumplir con las medidas sanitarias.
Sin embargo, Mario Aguilar asegura que estos en su mayoría son colegios muy pequeños, de pocos alumnos o bien han pedido el retorno de cursos muy específicos. Por lo tanto, “no es una materia en que uno pueda sacar conclusiones que sean aplicables al conjunto del sistema”.
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¿Eventual adelanto de las clases del año 2021?
Desde la Coordinadora de Padres y Apoderados por el Derecho a la Educación (CORPADE), aseguran que adelantar el año académico es todavía una “hipótesis”. Debido a que aún no se controla la pandemia y tampoco existe una vacuna, “es difícil que nos pongamos de acuerdo como comunidades a tomar una decisión de decir sí volvamos en febrero estando en octubre”, comenta la presidenta de la organización.
Por su parte, el Ministerio no ha dado señales de que esta sea una buena idea.
