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Así fue la intervención "prisionera" de Gabriel Boric

En medio de cuestionables debates en la cámara, el diputado expuso. Aquí, sus mejores momentos

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El diputado independiente Gabriel Boric emocionó a buena parte de la ciudadanía con la intervención previo a la votación en cámara de la Ley de Aborto en 3 causales que por estos días se discute en el congreso y que fue aprobada por 66 votos a favor y 44 en contra por los diputados.

Citando a la banda de Jorge González y ejemplificando a través de otros hechos relativos a cómo el rol de la mujer en la sociedad no se encuentra en paridad al del hombre, Boric fue ovacionado en el hemiciclo y en las plataformas sociales, quienes hasta ahora siguen comentando su discurso.

Aquí, algunos momentos:

 

A diferencia de lo que se ha planteado ayer y hoy aquí, quiero defender que el problema en discusión hoy día no es ni exclusivamente sanitario ni un problema solo moral, sino que también es un problema profundamente político. ¿Y cuál es ese problema? Que los hombres y las mujeres no somos reconocidos como iguales. Que desde niños nos inculcan que existen roles inamovibles. Que nos toca cumplir a los hombres y el lugar que les toca a las mujeres. Le enseñamos a nuestros hijos que llorar es de niñitas y reforzamos en nuestras hijas su belleza, su fragilidad y su deber de madres.

 

Este mismo congreso nos dio un espectáculo decadente de machismo la semana pasada que afortunadamente ya no pasa desapercibido para la ciudadanía. Avanzar hacia la legalización del aborto es un paso fundamental para encarar uno de los aspectos más violentos que enfrentan las mujeres en nuestro país: la prohibición de tomar decisiones sobre su propio cuerpo

 

Es fundamental reconocer que la posibilidad que estemos debatiendo este pequeño paso en dirección a la igualdad no habría sido posible sin la organización, movilización y presión del movimiento feminista. Un movimiento que ha sobrevivido a los diversos mecanismos de desarticulación del tejido social iniciado con la dictadura militar y, no olvidemos, mantenido y agudizado durante los gobiernos de la transición.

 

Como consignó una intelectual que tenemos que volver a levantar en Chile, Julieta Kirkwood: "queremos democracia en el país, en la casa y en la cama”.

 

Hay que asumir el feminismo como forma de vida, como forma de configurar una sociedad distinta en la que podamos ser realmente libres. Porque estamos convencidos de que una sociedad machista nos violenta a todos y todas, dado que naturaliza los roles y trabajos que le corresponden a hombres y mujeres, las capacidades, las debilidades, los gustos, los deseos y las sensibilidades, los salarios desiguales y hasta los deportes que cada uno puede hacer.

Naturaliza a la mujer como madre dueña de casa y ciudadana de segunda clase, sin privilegios y sin honor. Porque como el hombre da la plata, tu estas forzada a rendirme honores y seguir mi humor.
Búscate un trabajo,
estudia algo,
la mitad del sueldo
y doble labor.
Y si te quejas ahí esta la puerta
no estas autorizada para dar tu opinión.

Los corazones rojos de ayer y hoy no los queremos mañana

 

Tengo 30 años, presidente, y durante gran parte de mi vida he sido machista sin ser consciente de ello. Porque el machismo está profundamente imbricado en nuestra sociedad. Y por eso quiero agradecer a todas mis compañeras y compañeros desde mi militancia en izquierda autónoma que me han hecho dar cuenta de esta realidad y ojalá que eso en las diferentes organizaciones esté pasando y me consta que está pasando. Anuncio de esta manera mi voto a favor de las 3 causales.

 

Mira la intervención completa a continuación:

 

 


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