El actual fenómeno de El Niño puede convertirse en uno de los cuatro más fuertes registrados en los últimos 65 años.
¿Por qué? La probabilidad de que las temperaturas de la superficie del agua en las partes central y oriental del Pacífico, más cercano a las costas de Centroamérica y Sudamérica, aumenten en 2 o más grados por encima de lo normal, explica esto.
Así, aquí y en otros lugares del mundo son muchos los expertos que no dudan en atribuir estas excepcionales condiciones meteorológicas al fenómeno climático, que se caracteriza por un calentamiento de las aguas ecuatoriales del este del Océano Pacífico y cuya actividad se ha ido fortaleciendo en los últimos meses.
"Si eso sucede, veremos una transferencia dramática de calor de las aguas del oeste del Pacífico a las del Pacífico central y oriental. En esas condiciones es cuando puede alterar los patrones de temperatura y precipitaciones en todo el planeta", y aseguran que este tiene el potencial de ser "El Niño Godzilla", por su gran intensidad.
De hecho, las temperaturas en agosto estuvieron ya entre 1,3 y 2 grados centígrados por encima de la media, superando en un grado los umbrales habituales de El Niño. Esa situación “podría hacer que se convirtiera en uno de los cuatro episodios más fuertes de El Niño desde 1950” indicó la OMM, una de las agencias científicas de Naciones Unidas y autoridad en la materia, adelantando que es altamente probable que El Niño se intensifique hacia finales del año.
“Históricamente, es probable que un episodio de El Niño alcance su fase máxima entre octubre y enero del año siguiente, y es frecuente que persista hasta bien entrado el primer trimestre antes de empezar a debilitarse”, explicó el organismo.
