El Estadio Nacional fue testigo de algo bíblico: El regreso de Oasis a Chile en 2025.
Lo que miles de fanáticos pensaban que era imposible hace solamente un par de años, este miércoles se materializó.
Oasis trae su reunión a Chile
La espera fue intensa pero afortunadamente amenizada por la música de Richard Ashcroft. Así, los clásicos de The Verve amenizaron las horas antes de la salida del plato de fondo.
Hasta que llegó el momento en que sonó “Fucking In The Bushes” y el público estalló.
Inmediatamente la vibra cambio y se sintió la presencia de los Gallagher, quienes entraron de la mano, triunfantes, completamente conscientes de que el hecho de que ellos estén ahí en el escenario juntos fue un sueño para miles de los presentes.
“Hello”, le dio un puntapié inicial al show desbordando energía. La intensidad de las tres guitarras encima del escenario respaldan como un muro de sonido a la voz nasal y poderosa de Lima Gallagher.
El público comenzó a saltar y vitorear, hecho que no cesó cuando le siguió “Acquiesce”, una favorita de los fans que se dedicaron a corear aquellos hits britpoperos.
Canciones como “Some Might Say”, “Roll With Ir” y “Supersonic” revivieron esa actitud y pachorra noventera que tan bien refleja Oasis. E hicieron que el público cante, salte, e incluso haga el poznan en “Cigarrettes & Alcohol”
Sin embargo, el show bajó un cambio, cesando un poco la batahola rockera y pasando a los temas más acústicos cantados por Noel.
Esas canciones como “Talk Tonight” y “Half The World Away” que son la otra mitad del corazón de la experiencia Oasis. Sección para la cual Liam abandona el escenario para dejar que su hermano brille.
Sin embargo cuando ya vuelve toda la banda al escenario, es un golpe tras otro. “Slide Away”, “Live Forever” y “Cast No Shadow” marcaron el momento más emotivo del show, con las 64 mil almas prácticamente gritando las letras de las canciones.
Y ya en el bis, los mancunianos tiraron toda la carne a la parrilla. Esa seguidilla de “The Masterplan”, “Don’t Look Back In Anger”, y “Wonderwall” es la banda prácticamente alardeando de su catálogo.
Y concluir las poco más de dos horas con “Champagne Supernova” y una gran explosión de fuegos artificiales fue el broche dorado para una noche inolvidable, en la que los Gallagher y la banda mostraron que toda la espera, la incertidumbre y la nostalgia por Oasis desde su separación vale la pena si dan conciertos así.
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