La noche de este 10 de octubre, una de las bandas más importantes de la música nacional bajó el telón. Después de más de treinta años de trayectoria, Lucybell oficialmente se despidió de los escenarios con el cierre de su gira "Ecos" y un último show antes de su receso indefinido.
Un show caracterizado por la pasión y energía que define al trío liderado por Claudio Valenzuela. Sin embargo, la sombra del adiós estuvo presente durante todo el concierto, donde las emociones estuvieron a flor de piel en cada segundo.
El adiós de Lucybell
Pocos minutos después de las 21:00 horas y con gran cantidad de fanáticos aún fuera del Movistar Arena, el telón cayó y Claudio Valenzuela, Cote Foncea y Eduardo Caces se alzaron en el escenario. Los presentes rápidamente se levantaron de sus asientos, mientras la multitud, aún fuera del recinto, corría a sus ubicaciones.
Después de todo, no había tiempo que perder. Se anticipaba una noche larga y cada segundo contaba para llevar a cabo un ambicioso show. La fuerza de "De sudor y ternura" dio inicio a un concierto que superaría las treinta canciones y se extendería por cerca de tres horas.
El final de "Ecos" estuvo lejos de limitarse a ser un show de solo grandes éxitos. El setlist contó la historia de Lucybell, con elecciones menos obvias de lo que se podría esperar de una despedida de los escenarios. Aunque los clásicos no faltaron, la selección también habló sobre la conexión personal de sus miembros con su legado.
"Prepárense para una noche muy larga", adelantó el grupo cuando saludaron y agradecieron a los presentes. No eran necesarios los grandes discursos ni las palabras emotivas, tanto su público como los miembros de Lucybell tenían un trabajo que hacer. Ya habría tiempo para despedidas.
La potencia del primer set, marcado por momentos más rockeros, fue contrastado con un emotivo e íntimo espacio. El trío se trasladó a un escenario más pequeño, al fondo del Movistar, para interpretar de forma acústica una selección de temas que nos muestran una faceta más personal y cercana del grupo.
En especial la versión de "Milagros" que conmovió a todo el recinto. Entre los aplausos y cambios de instrumentos, los miembros de Lucybell aprovechaban de abrazarse, de contenerse ante la nostalgia que golpeaba. Es difícil no pensar en todos los recuerdos que deben haberlos golpeado en esos momentos.
Su regreso al escenario principal trajo de vuelta los sonidos más electrónicos y las guitarras más ruidosas. De pronto recordamos que esto no es un funeral, es una celebración de un enorme legado. La seducción en la voz de Claudio Valenzuela sigue intacta y mantiene al público atento a cada nota.
Fue acá donde mejor se aprovecharon las múltiples pantallas y el juego de luces que elevó a otro nivel esta despedida. No hacen falta sutilezas cuando la música hace vibrar de esa forma. Un espectáculo inmersivo que actuó como una representación de la ferocidad de la música que escuchábamos.
Como fue costumbre durante la gira, "Mil Caminos" fue la elegida para cerrar esta historia. Un himno a su legado, a lo que construyeron a lo largo de 30 años y al poder que tiene la música de confortarnos en los momentos más complejos, como el decir adiós.
Tras la última nota, el trabajo estaba hecho y con creces. Claudio finalmente pudo descansar y darse un momento de sentir todo el cariño de sus compañeros y de sus fanáticos. Entre lágrimas y abrazos de sus amigos y compañeros de vida musical, pudo ver los frutos de toda una vida construyendo un proyecto imborrable en la memoria nacional.
Entre aplausos, abrazos y lágrimas. Lucybell se despide oficialmente de los escenarios 🥹👏🏻 ¡Gracias por todo! pic.twitter.com/vuLCpwGet8
— Rock&Pop 94.1 (@rockandpop) October 11, 2025
Desde hoy, Lucybell se encuentra en una pausa indefinida. No sabemos cuánto pasará antes de volver a verlos reunidos en un escenario. Lo que sí sabemos es que, sin importar cuándo o cómo suceda, los ecos de su música no desaparecerán y sus caminos volverán a encontrarse.
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