Un adolescente de 17 años compareció ante el tribunal tras presuntamente planear un atentado en el primer concierto de la gira de reunión de Oasis.
El joven, cuyo nombre es protegido por razones legales, elogió al asesino de Southport, Axel Rudakubana, quien llevó a cabo un atentado mortal en una escuela de danza en Southport el año pasado
El adolescente originario de la zona de Cwmbran, al sur de Gales, compareció ante el Tribunal de Magistrados de Westminster, acusado de planear un ataque terrorista
Según The Times, supuestamente estaba buscando cómo conseguir cuchillos grandes. No solo eso, también envió la foto de un cuchillo a la venta en línea a un amigo, preguntándole: "¿Funcionaría?".
El atentado planificado para show de Oasis
La fiscalía de Westminster reveló cómo presuntamente les contó a sus amigos sobre un plan para perpetrar un atentado durante la noche inaugural de la tan esperada gira de reunión de Oasis, celebrada en el Principality Stadium de Cardiff el 4 de julio.
La fiscalía también afirmó que el joven de 17 años había elogiado a Axel Rudakubana, quien asesinó a Alice da Silva Aguiar, de nueve años, a Bebe King, de seis, y a Elsie Dot Stancombe, de siete, en una clase de baile con temática de Taylor Swift en Southport el año pasado.
Rudakubana también hirió a otras 10 personas en su ataque del 29 de julio, incluidos ocho niños. Posteriormente el asesino recibió una a una pena mínima de prisión de 52 años a principios de 2025.
El joven que planeó el atentado en el concierto de Oasis a principios de este mes fue denunciado a la policía por alguien con quien habló por Snapchat, según The Times. El medio también informó que el adolescente tenía una cita con un terapeuta el 2 de junio después de que su familia expresara su preocupación. Y el profesional lo denunció ante las autoridades cuando elogió a Rudakubana durante la sesión.
La fiscalía del Tribunal de Magistrados de Westminster informó que el adolescente usó una versión mal escrita del nombre de Rudakubana en su cuenta de Snapchat. También investigó al asesino en su teléfono y guardó imágenes de él con frases que se burlaban de las víctimas del ataque de Southport.
Supuestamente, también investigó sobre cuchillos y transfirió un manual de entrenamiento de Al-Qaeda entre teléfonos.
Aunque la Fiscalía añadió que no había pruebas de que el adolescente tuviera una ideología que encajara en la definición legal de terrorismo. En su lugar, las autoridades acusaron el único cargo de posesión de un documento útil para el terrorismo.