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Soyuz 1: El primer viaje espacial tripulado que resultó en la muerte de un astronauta

La carrera espacial durante la Guerra Fría contó con innumerables logros, pero también tiene tragedias a su haber. La Soyuz 1 fue la primera.

Soyuz 1
Wikimedia Commons

Durante la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética hicieron cuanto pudieron por intentar demostrar cuál de los dos era la superpotencia más poderosa. Ello condujo a avances tecnológicos que varios podrían no haber imaginado en décadas anteriores. Así, nacía la llamada carrera espacial. Una de las tantas misiones que se llevaron a cabo fue la Soyuz 1, que ostenta el lamentable récord de ser la primera aeronave que terminó con un astronauta muerto.

Soyuz 1 y la muerte del primer astronauta en un vuelo espacial

Habían transcurrido unos seis años luego de la hazaña que había logrado la Unión Soviética: llevar al primer ser humano, Yuri Gagarin, al espacio, quien voló en la aeronave Vostok 1. Pero en medio de las tensiones del enfrentamiento, tanto la USSR como Estados Unidos sabían que no podían quedarse en eso y debían empujar los límites de lo posible.

Así, la Unión Soviética continuó desarrollando su tecnología espacial en paralelo con los avances de la NASA. Y había llegado el momento de probar una nueva generación de cohetes. Así, el programa espacial ruso llegó a la Soyuz 1 ("Unión").

El objetivo de la misión fue probar los sistemas y componentes de la nave en condiciones de vuelo espacial. Para cumplir con el objetivo, la Soyuz 1 sería piloteada por el astronauta Vladimir Komarov, quien ya había hecho un vuelo tiempo atrás en una nave llamada Voshkod.

Soyuz 1
Estampilla conmemorativa con la foto de Vladimir Komarov. Wikimedia Commons

El final de Komarov

La nave fue lanzada el 23 de abril de 1967 en el cosmódromo Baikonur. La Soyuz 1 logró llegar al espacio y 24 horas después, hizo un regreso seguro entre las capas de la atmósfera.

Todo iba bien con la nave, aunque sus antenas se quemaron en el momento en el que pasó por la capa superior de la atmósfera. Ello causó que se perdieran las comunicaciones por un momento. Por otro lado, Komarov no había sufrido ningún problema, encontrándose en perfectas condiciones mientras la Soyuz 1 descendía.

No obstante, la falla llegaría después: el sistema de paracaídas de la nave no funciónó y no se desplegó a tiempo. La alta velocidad con la que descendió resultó en su destrucción y, por consiguiente, con la muerte de Vladimir Komarov.


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