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La sonda de la NASA que fue la primera en estudiar el planeta más cercano a nuestro Sol

Estudiar Mercurio siempre ha resultado desafiante por las dificultades que conlleva. La primera sonda que lo estudió se lanzó en 1973.

Mariner 10
Wikimedia Commons

La exploración espacial es un desafío constante por intentar averiguar todo aquello que existe fuera de nuestro planeta y, especialmente, lo que lo rodea. Este ha sido una de las principales objetivos de la NASA, luego de su fundación en 1958.

Las grandes distancias suponen un desafío importante en la exploración del Sistema Solar, el cual se ha sabido sobrellevar exitosamente para obtener información de nuestro vecindario espacial. Tal es el caso de la Voyager 2, que logró ser la única sonda en explorar Urano y Neptuno, los planetas más alejados de nuestro sistema, dejando en su paso imágenes interesantes.

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El "gran punto oscuro" de Neptuno, acompañado de nubes de gran altitud. NASA

¿Y qué hay de los planetas más cercanos al Sol? Ese fue el trabajo de Magellan, la primera sonda en mapear Venus en su totalidad.

¿Y Mercurio? Su proximidad con el Sol es un desafío en sí mismo. La distancia que hay entre ambos cuerpos celestes varía entre los 46 millones de kilómetros y los 69,8 millones de km. Como referencia, entre nuestra estrella y la Tierra existe una distancia de 149 millones de km.

Esto es el equivalente a lo que se denominó como 1 unidad astronómica, usada para medir grandes distancias.

Para qué hablar del calor. Si en la Tierra consideramos que 40° C es mucho, en Mercurio la temperatura promedio asciende a 167° C, lo cual supone un obstáculo también para construir instrumentos que estudien a este planeta.

Mariner 10: La sonda de la NASA que exploró Mercurio por primera vez

El primer instrumento que fue a explorar los confines interiores de nuestro Sistema Solar se llamó Mariner 10. Lanzada en Cabo Cañaveral el 3 de noviembre de 1973, la sonda fue pionera en estudiar Mercurio.

Dotada de dos telescopios, un magnetómetro y un analizador de plasma, entre otros instrumentos, la nave, que también visitó Venus en su trayecto, fue la primera en usar una técnica innovadora para llegar a su destino: la gravedad de Venus fue usada para alterar y propulsar la trayectoria de la Mariner 10 para llegar a Mercurio. Esto se conoce como "asistencia gravitacional".

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La Tierra y la luna, capturadas por la Mariner 10 camino a Venus. NASA

Luego de usar a Venus como trampolín espacial, la sonda comenzó a acercarse a Mercurio. Las primeras fotos revelaron que su superficie resultaba muy similar a la de nuestra luna.

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Hemisferio sur de Mercurio tomada por la Mariner 10. NASA

La nave enfrentó varios problemas técnicos durante su viaje. No obstante, la Mariner 10 consiguió capturar una buena cantidad de imágenes a corta distancia. De hecho, el encuentro más cercano entre la nave y Mercurio ocurrió a una distancia de 327 kilómetros, lo que sucedió el 16 de marzo de 1975.

¿En qué quedó la misión? Luego de tomar más de 2700 fotografías durante los tres sobrevuelos que realizó, la nave agotó su suministro de gas. Con ello, la NASA perdió el contacto con Mariner 10 el 24 de marzo de 1975, poniendo fin a la primera misión que logró mapear casi la mitad de la superficie del planeta más pequeño de nuestro sistema solar.

 


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