Finalmente llegó a los cines chilenos El Niño y la Garza, la nueva película de Hayao Miyazaki para el Studio Ghibli. Tras regresar de su retiro, el legendario director japonés vuelve con una de las películas de animación más importantes del año y de su carrera.
Y es que, aunque no es tan obvio a simple vista, la cinta es uno de los proyectos más personales de Miyazaki y se ha interpretado como su cinta semibiográfica. Específicamente, sobre su trabajo a lo largo de los años y su legado ahora que han pasado los años y se reconoce en su última etapa.
Ojo que la nota a continuación tiene detalles de la trama y spoilers del final de El Niño y la Garza.
¿De qué trata El Niño y la Garza?
El Niño y la Garza es la primera película de Hayao Miyazaki en una década y marca su regreso tras anunciar su retiro en 2013. Aunque está basada en el libro How Do You Live? de Genzaburō Yoshino, la historia se aleja bastante a la original y solo toma algunos de sus temas como inspiración.
La película sigue la historia Mahito, un joven que pierde a su madre durante la Segunda Guerra Mundial y se muda con su padre a un pueblo de Japón. Ahí vivirán con la nueva esposa de su papá y las mujeres que cuidan la casa.
Un distante Mahito se siente aislado de este nuevo hogar y solo se interesa por una extraña garza gris que parece haber tomado especial atención en él. Tras seguirla a una extraña torre abandonada, comenzará a descubrir secretos de su nueva casa, su historia familiar y de él mismo.
Las temáticas de la nueva película del Studio Ghibli
Al igual que el libro del que se basa, El Niño y la Garza trata temáticas como la pérdida, el crecimiento espiritual, las conexiones con el pasado y la construcción del futuro. Sin embargo, también tiene una importante relevancia para conocer mejor a Hayao Miyazaki.
Y es que, aunque no es de la forma más tradicional, El Niño y la Garza puede ser vista como una película autobiográfica. La película está basada en parte en la infancia de Miyazaki, con paralelos a su propia experiencia tras la Segunda Guerra Mundial. Además, también hace paralelos con la pérdida de su propia madre, quien inspiró a gran parte de sus personajes femeninos.
Sin embargo, a un nivel más metafórico, El Niño y la Garza es una representación del trabajo de toda una vida de Miyazaki, una reflexión sobre su impacto en la industria de la animación y su legado. Aún más, si es que su legado realmente importante en el mundo y si es que es necesario ser recordado.
El legado de Miyazaki
Uno de los temas centrales de El Niño y la Garza parece ser el legado del propio Miyazaki y su papel en la industria. A través de Mahito, el director se representa a sí mismo en contraste con su colega y mentor, el co-fundador del Studio Ghibli, Isao Takahata, quien falleció mientras Miyazaki escribía la película.
Tal como confirmó el productor de la película, Isao Takahata, el personaje de Mahito está basado en el mismo Miyazaki y el de su tío abuelo está inspirado en Takahata. La historia es una metáfora sobre la carga que significa llevar en los hombros el legado de otra persona y cómo las antiguas generaciones pueden "maldecir" a las nuevas al heredarles sus deseos y esperanzas.
Sin embargo, Miyazaki también se puede representar con el personaje de su tío abuelo y su hijo, Gorō Miyazaki, como Mahito. La película parece estar diciéndole que no es necesario continuar con su legado en el cine y que puede seguir su propia vida sin vivir en su sombra.
Además, El Niño y la Garza es una reflexión de la propia mortalidad de Miyazaki. El director se reconoce en la última etapa de su vida y se pregunta si es que valió la pena todo lo que hizo por la industria. Pero, al igual que el tío abuelo que cuida la torre, él no puede evitar regresar cada vez que anuncia su retiro.
¿Qué pasa al final de la película?
En el final de El Niño y la Garza vemos que Mahito finalmente alcanza a su tío abuelo, quien estaba buscando a un discípulo que lo reemplazara para mantener en orden la torre. Sin embargo, reconociendo sus propias fallas, Mahito se niega a tomar su lugar y señala que volverá al mundo real, con todo y su crueldad, para construir su propio camino.
Tras esto, la torre colapsa con todos sus universos, mientras que las criaturas logran escapar a salvo. Sin la posibilidad de volver a esos mundos, Mahito ahora se enfoca en su aquello que tiene en la vida real, su conexión con su familia y un futuro por delante.
El final puede ser visto como un mensaje de Miyazaki de liberar a las nuevas generaciones de cargar con el pasado. Dejarlos libres de cometer sus propios errores y encontrar su propio camino, incluso si eso significa que todo su trabajo se desmorona en el proceso.
Miyazaki reconoce que el futuro podría ser cruel con su legado, sin un verdadero "sucesor" que continúe lo que él creo y con personas olvidándolo. Sin embargo, en vez de condenar a las nuevas generaciones por ello, lo acepta como parte de la vida y pone sus esperanzas en que ellos podrán ir construyendo su propio horizonte.
El Niño y la Garza ya se encuentra disponible en cines.
