No cabe duda de que la sangre y la violencia son factores imprescindibles en las películas de Quentin Tarantino, y es que con producciones de la talla de Perros de la Calle (1992), Pulp Fiction (1994), o Kill Bill (2003), el cineasta ha sabido moldear un estilo único e impactante, el cual habría sido influenciado directamente por una cinta de Pedro Almodóvar.
Matador: La película de Pedro Almodóvar que inspiró las producciones violentas de Quentin Tarantino
En su nuevo libro, Cinema Spectulation (vía Indiewire), el diretor dijo que la caída del cine de autor estadounidense en la década de 1980 lo llevó en parte a buscar nuevas fuentes de inspiración. Concretamente conectándose con la película de Pedro Almodóvar, Matador (1986).
El controvertido thriller erótico calificado como NC-17 sigue a un estudiante torero, interpretado por Antonio Banderas. Quien confiesa un asesinato que no cometió, mientras encuentra placer en el dolor de los demás.
Pedro Almodóvar confirmó que la secuencia de apertura gráfica presentaba una escena de sexo no simulada, así como un personaje masturbándose al ritmo del slasher Blood & Black Lace (1964). Sin embargo, el cineasta admitió más tarde en su propio libro “Almodóvar sobre Almodóvar” que esta producción fue una de sus películas más flojas.
Sin embargo, Quentin Tarantino no piensa lo mismo al respecto. “Recuerdo cuando trabajaba en mi tienda de videos de Manhattan Beach, Video Archives, y hablaba con los otros empleados sobre los tipos de películas que quería hacer y las cosas que quería hacer dentro de esas películas. Y usaría el ejemplo de la apertura de Matador de Almodóvar”.
“Y su respuesta sería, 'Quentin, no te dejarán hacer eso'”, continuó el director de Érase una vez en Hollywood. “A lo que respondí: '¿Quiénes carajo son ellos para detenerme? 'Ellos' pueden irse a la mierda”. El escritor y director de Pulp Fiction describió además el impacto de Matador.
"Había un lugar para mí y mi ensueños violentos"
“A la edad adecuada (mediados de los veinte) y en el momento adecuado (los jodidos ochenta), la valentía demostrada por Pedro Almodóvar lideró con el ejemplo”, escribió Quentin Tarantino en el libro. “Mientras observaba a mis héroes, los inconformistas del cine estadounidense de los años setenta, aceptar una nueva forma de hacer negocios solo para seguir trabajando, la valentía de Pedro hizo una burla de sus compromisos calculados. Mis sueños de películas siempre incluían una reacción cómica a lo desagradable, similar a la conexión que las películas de Almodóvar hacían entre lo desagradable y lo sensual”.
También añadió lo siguiente. "Sentado en un cine de arte de Beverly Hills, viendo las imágenes de 35 mm de Pedro, vívidamente coloridas y emocionantemente provocativas, parpadeando en una pared gigante, demostrando que podía haber algo sexy en la violencia, estaba convencido de que había un lugar para mí y mi ensueños violentos en la cinemateca moderna.”
El director concluyó diciendo lo siguiente en su libro. “Yo no era un cineasta profesional en ese entonces. Yo era un cinéfilo sabelotodo descarado. Sin embargo, una vez que me gradué como cineasta profesional, nunca dejé que ellos me detuvieran. Los espectadores pueden aceptar mi trabajo o rechazarlo. Estimúlalo bien, mal o con indiferencia. Pero siempre me he acercado a mi cine sin miedo al resultado final. Una valentía que me viene de forma natural, quiero decir, ¿A quién le importa, en realidad? Es solo una película".
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