Cuando las personas aman a sus mascotas, los ven como miembros de su familia y les entregan todo el amor que pueden. En el caso de Freddie Mercury, parte de su corazón siempre albergó a sus gatos. Hasta el día de hoy parte de su legado incluye a los felinos, por lo que en el aniversario de su fallecimiento es inevitable que hablemos de ellos.
El comienzo de todo
No existe mucha información sobre si la familia de Freddie era cat lover como él. Durante su infancia vivió con sus padres, Bomi y Jer Bulsara, y su hermana Kashmira, en Zanzíbar, en África, y luego en Bombay, en la India. Pero a los 18 años se trasladó junto a su núcleo a Inglaterra. Allí conoció a Mary Austin, el amor de su vida, quien le regaló dos gatitos: Tom y Jerry.
Según lo que recuerda Peter "Phoebe" Freestone, asistente del músico y que luego se dedicaría a escribir sus memorias, cada vez que el cantante viajaba llamaba a Mary y le pedía acercar a los gatos al teléfono. Ella y Freddie estuvieron juntos oficialmente desde 1970 hasta 1976, pero siempre se mantuvieron unidos. Y durante ese tiempo, el artista adoptó más michis.
La reina de su corazón
En total, Freddie adoptó 10 gatos: Tiffany, Dorothy, Delilah, Goliah, Oscar, Miko, Lily y Romeo, junto a Jerry y Tom. Jacky Smith, quien fue presidenta del Fans Club de Queen, declaró que el músico era de los que adoptaban: "La mayoría venían de centros de rescate. En Reino Unido tenemos una organización benéfica llamada The Blue Cross, que cuida de animales enfermos. Al menos 2 de los gatos de Freddie vinieron de allí".
Pero su favorita, o al menos la que más lo inspiró, fue Delilah, la gris peluda. En 1991 la canción que le escribió se estrenó en el disco Innuendo, y le tomó un tiempo a las personas notar que era sobre su gatita... no una humana.
En 1985 el artista estrenó su primer disco solista, llamado Mr. Bad Guy. Pero de una manera opuesta, le dedicó ese trabajo a sus michis, por lo que adentro de álbum se lee: "A mi gato Jerry, también Tom, Oscar, Tiffany y a todos los amantes de los gatos en todo el universo".
Es más, en el videoclip de Queen de "These Are The Days Of Our Lives", el frontman usa una chaqueta que tiene pintados a sus gatos. No se aprecia tanto, pero en realidad estaba lleno de colores vibrantes.
Siempre protegidos
De acuerdo a lo que relata Jim Hutton, su último amor, Freddie trataba a sus gatos como si fueran sus hijos. En su novela escribió: "Siempre armaba revuelo sobre ellos, y si alguno le pasaba algo mientras Freddie estaba fuera, que el cielo nos ayude. Durante el día los gatos recorrían la casa y el terreno, y en la noche uno de nosotros los juntaba y los entraba".
Antes de fallecer, el artista dejó en su testamento que Oscar y Tiffany, los gatos con los que posa en la portada de esta nota, recibieran una porción de su herencia. El resto quedaría para Mary, quien siempre lo cuidó y que además se hizo cargo de Delilah. El resto de los michis fueron adoptados por cercanos, aunque nunca se reveló exactamente por quiénes.
