Una de las bandas insignia del pop indie son los escoceses de TRAVIS, quienes desde su debut en los 90 han dejado éxitos como "Sing", "Why does it always rain on me?", "Side", "Flowers in the window", "My Eyes" y muchos más. El estilo de TRAVIS es reconocido: canciones pop sensibles y de buen gusto, muchas veces melancólicas, pero siempre con un tono positivo. En "10 Songs", la banda liderada por el vocalista Fran Healy vuelve a respetar esa esencia.
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«10 songs» llegó al mundo en medio de la pandemia y eso tiene un plus, porque en vez de dejarnos llevar por la imaginería de las redes sociales, las fechas de los conciertos y las campañas in situ, nos vemos obligados a escuchar la música. Y en este disco, co-producido por Healy y Robin Baynton (Coldplay, Florence & The Machine) hay varias sorpresas.
La primera y de las más llamativas de todas es la canción que fue presentada como primer single. "A Ghost" te teletransporta a la era más dorada de Travis, a discos como The Man Who (1999) y The Invisible Band (2001) por su mezcla de piano, percusiones, guitarreo sensible y por supuesto, la siempre agradable voz de Fran Healy.
De izquierda a derecha: Dougie Payne (bajo), Fran Healy (voz y guitarra), Neil Primrose (batería) y Andy Dunlop (guitarra).
Otra canción del disco que te hace volver en el tiempo es "Nina's Song", que en sus primeros tres segundos ocupa una campana idéntica al éxito de John Lennon “(Just like) Starting Over”, y que después se escapa en el piano para hablar de padres, hijos... y personas que se queman los dedos por sostener demasiado tiempo una vela (o carga).
La tercera y última canción a recomendar es la exploración más roquera de "10 songs". Te hablo de "Valentine", una bizarra e híbrida interpretación grunge-pop que pone al bajista Dougie Payne y al guitarrista Andy Dunlop por sobre el resto del grupo.