Tipos como Robbie Williams y Justin Timberlake son supervivientes, héroes a toda prueba que lograron zafar del hundimiento de Take That y ´N Sync, respectivamente. Gracias a sus estilosos movimientos, un falsete pirulo y sus seductoras maneras susurrantes, Timberlake no tardó en convertirse en el candidato natural para suceder a Michael Jackson como rey del pop. Y aunque la discografía del aspirante va en cámara lenta, ya firmó un par de lujos como “SexyBack”, bien apañado por su compadre Timbaland. Pura arquitectura pop dosmilera.