Esta última semana se estrenó en todos los cines del país Me rompiste el corazón, con la dirección del chileno Boris Quercia y la producción del Consejo Nacional de Televisión. En ella, se relata la historia del desamor entre el creador de la cueca chora, Roberto Parra, y su musa inspiradora, la Negra Ester.
Para contar la historia, el filme incluyó a otro artista nacional popular, Álvaro Henríquez, líder de la banda Los Tres y Pettinellis, y que también participó en la producción musical del filme. ¿Fue real este encuentro?, ¿Cómo se llegaron a topar? Te contamos todos los detalles a continuación.
La relación de Álvaro Henríquez y Roberto Parra: Maesto y aprendíz de la cueca chilena
Tal como detalló el propio director y guionista, esta nueva propuesta cinematográfica intenta ser uno más de los merecidos homenajes al artista nacional Roberto Parra. Para ello, agregaron una de sus facetas más significativas y ocultas, de mentor, para nada más ni nada menos que el gran Álvaro Henríquez, quien en la película figura como un joven curioso por la música y las vivencias de Parra.
Tal como se relata en la película, entre cueca y cueca, Parra se dedicó a narrar las historias de su juventud que llevaron a cada tema que enseñó a Henríquez, a quien conoció en la casa de su hermano, Nicanor Parra, a fines de los 80. Para cada relato, la película utiliza como analogía las guitarras que Parra contaba perder a cada momento, que casualmente resultaba ser significativo en su vida.
Recientemente, Álvaro Henríquez habló con el medio nacional La Tercera para su sección Culto. Allí, contó detalles sobre las escenas que los relacionan en la película. “Casi todo lo que él me contó ocurre en esta película”, explica el cantautor y guitarrista. “Está basada en los registros que yo tenía de don Roberto durante años y que finalmente hoy logran ver la luz. Es algo que me tiene muy contento. Creo que don Robert es como una religión, lo es todo. Yo lo venero”.
Esta admiración por Roberto la ha cargado por años, y así lo ha demostrado. Para cada homenaje que se anuncia, se presenta, y le dedica unas palabras significativas, enfatizando en su contribución a la música nacional y su propia misión en nuestro país: continuar con el legado de la cueca chilena.
De esta manera, el par de artistas se unieron en la tradición de la cueca, evidenciado en las cintas de audio que Henríquez grabó como material de estudio, y que ahora son un tesoro invaluable de la cultura nacional.

