Miguel Tapia está teniendo bastante éxito en el extranjero, con varios shows repletos en Colombia y Ecuador, todo gracias a la música de Los Prisioneros.
A pesar de estar distanciado del resto de los integrantes, al menos en lo musical, el baterista del grupo recuerda con cariño la época juntos. Sin embargo, dice que una reunión es casi imposible, debido a las razones de su separación en primer lugar.
Miguel Tapia habla sobre la razón de la separación de Los Prisioneros
En una reciente entrevista, le preguntaron si con sus éxitos internacionales actuales, le dan ganas de estar junto a Jorge y Claudio disfrutando de eso. Sin embargo, el baterista dijo que "No, no, la verdad que no. Ya nos hemos separado mucho".
"Yo hoy con Jorge tengo muy buena conexión. Siempre consideré que con Jorge estuvimos como banda en las buenas y en las malas. Estuvimos cuando fuimos súper famosos, cuando llenamos dos Estadio Nacional, y estuvimos en las malas cuando pasaban cosas pencas, cuando echamos a Narea y sobre todo cuando se hablaba tan mal de Jorge" señaló.
De hecho, tuvo un mensaje para la prensa, hablando de cómo los medios trataban a González. "Aunque ahora Jorge, para todos ustedes, los medios de comunicación, es un dios. Muchos años lo hicieron mierda a Jorge, más que a mí, yo estaba atrás, yo era batero, yo no escribía nada, pero al que le daban duro era a Jorge".
Para el músico esto explica la separación del grupo. “Hace no mucho llegué a la conclusión de por qué nos separamos para la época de Corazones. Porque cuando sacamos ese disco, la prensa nos hizo mierda de entrada. Dijeron que, como había llegado la democracia, Los Prisioneros estaban escribiendo canciones de amor y no querían hablar más de política. A Jorge le dieron duro, lo golpearon. Además que tuvimos un ex compañero que se fue al bando de los medios de comunicación, lo tomaron como bandera y nos tiraron mierda en pala”.
“Una vez fuimos a tocar a Cali, nos fue muy bien, y llegamos a Chile y un diario publica que nos fue pésimo" recordó según La Tercera. "Yo recuerdo a Jorge muy bajoneado por eso. No había mucha motivación para seguir tocando. Nos chaqueteaban y nos comenzamos a desilusionar, a decepcionar, a ponernos tristes. Ahora, claro, Los Prisioneros son lo que son y Jorge es San Jorge, pero antes no era así”.