Para sorpresa de muchos, Torremolinos, restobar ubicado entre el Barrio Lastarria y Bellas Artes, Santiago Centro, puso fin a su servicio después de 37 años de patrimonio y gastronomía.
El local se inauguró en 1988, viviendo momentos cruciales para el país como lo fue el triunfo de NO en 1988, el estallido social en 2019 y la pandemia COVID-19 en 2020. Estos últimos eventos fueron los que terminaron por concretar el cierre de sus puertas debido a las perdidas.
Torremolinos: Patrimonio culinario nacional
La carta de este local era básica, pero no por eso menos cumplidora. Allí, podías encontrar churrascos, chacareros, completos, porotos, chuletas, cazuelas y todos los platos típicos, junto a toda la barra nacional.
En los tiempos de la Radio Nacional, como cuenta Finde, era común ver a Leo Caprile con un schop, o al fallecido periodista Eduardo Bonvallet. En los 90, llegaron los actores Felipe Braun y Luciano Cruz-Coke, quienes se pasaban después de las funciones o ensayos en el teatro Lastarria 90.
Roberto Opazo, histórico dueño del Torremolinos, cuenta que su idea era que su hijo, del mismo nombre, continuara con el legado del restaurante. Sin embargo, el alza de los costos operacionales hizo imposible seguir manteniendo el icónico lugar.
El fundador de Los Bares Son Patrimoniales, Haroldo Salas, lamenta el cierre del local. "Tiene el sello de quienes son los dueños. Don Roberto era un tipo muy amable, y muy sereno, y eso de una u otra forma también lo traspasaba a un lugar que no era un lugar de comida rápida, tenía toda una pausa y un espacio de conversación", comentó para The Clinic.
Otro de los artistas que habituaron el local y lamentó su cierre es el guitarrista y compositor de Los Bunkers, Mauricio Durán, quien comentó en la publicación de Los Bares Son Patrimoniales sobre Torremolinos, que hace poco se sentó a comer y compartir con amigos allí a modo de despedida del local.
"Fuimos hoy con @alvarezaraya y rodrigoquinterosbotten a almorzar para despedirnos", comentó Durán.
"Torremolinos es un símbolo del Barrio Lastarria, es un símbolo de las clásicas schoperías y es un punto neurálgico también de muchos acontecimientos deportivos, culturales, sociales, estaba muy cerca de la Plaza Italia y también fue testigo de manifestaciones de todo tipo", concluyó Salas.
Finalmente, el restobar cerró el 31 de julio.