El reconocido actor que lleva más de una década sintiéndose miserable al rodar películas y aún así ha ganado dos Oscar
El prestigioso actor de películas como "Milk" o "The Game", Sean Penn, contó lo mal que le hacía sentir el momento de rodar un filme.
Valeria Cotroneo |
Focus Features
El actor estadounidense, Sean Penn, es un aclamado intérprete en Hollywood.
Con éxitos cinematográficos como "The Game", "Yo soy Sam", "La delgada línea roja", entre otros, se ha vuelto un cotizado y prestigioso actor.
De hecho, ha ganado dos premios Oscar por "Mejor Actor", tanto por "Mystic River" y "Milk", en 2003 y 2008 respectivamente.
Sin embargo, pese a su notoria fama y triunfo en el cine, Sean Penn reveló que "lleva 15 años sintiéndose mal en los set de rodaje".
¿Qué le sucedió a Sean Penn?
"Desde "Mi nombre es Harvey Milk" lo cierto es que los proyectos que escoge (salvo excepciones contadas como "Licorice Pizza" o "Angry Birds") nunca son de primer orden, con obras como "Un lugar donde quedarse" o "Entre la razón y la locura". Y hay un motivo para ello", indicó Espinof.
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De esta manera, en una entrevista con The New York Times, el intérprete de 63 años indicó que esta sensación de miseria al momento de filmar lleva por más de una década.
Incluso, siendo más específico, desde que Sean Penn realizó "Milk" no ha podido sacarse esa sensación, es decir, esa fue la última vez que tuvo un grato momento en un set.
"Me sentía como un actor que interpreta un papel principal, es conocido, le pagan bien, tiene una posición de liderazgo en una película y tiene que aparecer con energía y ser una especie de guardaespaldas del director. Estaba fingiendo mientras lo hacía y es agotador", manifestó.
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De hecho, Penn confesó que "siempre pensaba cuando trabajaba qué era hora o cuándo vamos a terminar".
"Me aseguraba de que estuviera hecho, pero no sabía cómo iba a mantener mi casa o viajar sin problemas o cosas así si paraba", agregó.
Sin embargo, en la actualidad, el actor volvió a tomar un rol protagónico con "Daddio", en la que interpreta a un taxista, quien comienza a tener una conversación profunda e impactante con una pasajera (Dakota Johnson) que recién llegó a Nueva York.
De hecho, el actor dijo que "podía ser una buena experiencia que podría importarme ahora, quizá más que en el pasado".
