La música, al igual que todas las expresiones artísticas, también reflejaron el cambio político ocurrido en Chile después del plebiscito del 5 de octubre de 1988. Luego del 54,71% del No, contra el 43,01 % del Sí, letras y discos de artistas como Los Prisioneros, Quilapayún, Illapu, Florcita Motuda, De Kiruza y hasta Myriam Hernández, llegaron a renovar el repertorio del cancionero nacional; contraponiéndose a los temas anglo, ahora con más rock, pop, balada y también temas bailables.
Antes de la llegada del plebiscito, los Jaivas habían vuelto a tocar en el Caupolicán y Los Prisioneros contaban discos como "La Voz de los 80" (1984), "Pateando Piedras" (1986) y "La Cultura de la Basura" (1987), como representación de sus afiladas guitarras.
En 1985, Buddy Richard, Alberto Plaza y Los Ángeles Negros lanzaron material discográfico nuevo, al igual que Upa! (álbum debut), Electrodomésticos (¡Viva Chile!) e Inti-Illimani (De canto y baile) lo hicieron al año siguiente. El 87 llegaron "El Señor de la Cumbia" de La Sonora de Tommy Rey, "Carreras de éxitos" de Electrodomésticos, "Abajo en la costanera" de Emociones Clandestinas y "Fragmentos de un sueño", también de Inti-Illimani.
En el año del plebiscito, las chilenos recibieron discos como "La fiesta del no!!!" de Florcita Motuda, "Que nos devuelvan la emoción" de Upa!, "Los tres tiempos de América" de Quilapayún y "...Para seguir viviendo" de Illapu. Desde una vereda más incisiva también tomaron fuerza grupos como De Kiruza y Sexual Democracia, mientras que del lado tropical, La Sonora de Tommy Rey y la Sonora Palacios también aportaron con nuevo repertorio musical.
¿Qué pasó por el lado más romántico y pop? Myriam Hernández lanzó su álbum debut el 14 de octubre de 1988 y al año siguiente, La Ley hizo lo mismo con "Desiertos", Alberto Plaza con "Blanco y Negro" y Nicole con "Tal Vez Me Estoy Enamorando".