Por Rocio Novoa
Fotos Por Carlos Basulto
Tenemos la suerte de poder codearnos de tanto en tanto con lo mejor del panorama alternativo del mundo. Muchos de ellos enigmáticos que viajan desde muy lejos a mostrarnos su música y que pertenecen a una casta adorada por la crítica y un ejército de fans que no siempre son los más numerosos, pero sí que ganan en sensibilidad, entrega y entusiasmo.
Ellos llegaron, no así el estereotipo clásico de la niña mimada del indie. Juana Molina, con ese carisma que solo tienen quienes se saben latinoamericanos, llegaba con todas sus medallas al acogedor Teatro Diana, que resultó un buen lugar para apreciarla, el pasado viernes junto a sus dos músicos de acompañamiento y sus maquinitas alrededor.
Tuvo algunos problemas con la guitarra que no empañaron la presentación de "Wed 21", disco que por estos días presenta a tablero vuelto al otro lado de la cordillera y que la tuvo hace poco junto a Gepe y otros músicos sacando la cara por este lado del mundo en el Rock al Parque en Colombia. De hecho la canción homónima de su último álbum fue uno de los momentos altos de casi dos horas junto con "Un Día", una de sus canciones más conocidas, "Sin Guia No", "Lo Decidí Yo" o el cierre con "Los Hongos de Malosa".
Una gran forma de conocer su última placa fue a través de lo enlazadas que están estas canciones a su trabajo previo y característico: pop fuera de todo parámetro para soltar el cuerpo y el espíritu. Así, el show resultó una unidad fascinante de construcción y diseño de canciones a la vista donde sus melodías y sus alaridos, sus desconcentraciones, sus aciertos y sus vivencias la hacen una más de los que están abajo más que lo inalcanzable de arriba. Desde su pelo hasta la nebulosa emocional con la que explicó el genio de su guitarra en la fría noche santiaguina la hacían más nuestra que casi nunca. Un encuentro como pocos, que esperamos que se siga repitiendo.
Escucha Wed 21, su último disco, AQUI!
