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Andy Bell: “Ride rompió las reglas del shoegaze y eso ayudó a que nuestra música se mantuviera por más tiempo”

Nico Castro habló con el líder de una de las bandas más importantes del movimiento shoegaze: Ride. Revísa la conversación aquí.

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Quizás sean una de las bandas más subvaloradas de ese período dorado que se vivió en Inglaterra entre 1985 y 1995. Nowhere, el disco debut de Ride, fue opacado por esa obra monumental del mismo año que fue Loveless, de My Bloody Valentine, considerada como la obra cumbre del movimiento shoegaze. Y para cuando se habían movido hacia un pop/rock más melódico, la llama del britpop todavía no se prendía por completo. Hayan llegado tarde o adelantados, lo cierto es que las canciones del cuarteto liderado por las mentes de Andy Bell y Mark Gardener ganaron fuerza con el tiempo. Al punto de que sin ellos no existirían discos de este lado del mundo como Dynamo, de Soda Stereo.

Frustrados internamente, el grupo se separó al mismo tiempo que las portadas inglesas se repartían entre Oasis y Blur. Y el destino quiso que Andy Bell fuese invitado a tocar bajo en la banda de los hermanos Gallagher. Con ellos estuvo hasta su separación, incluyendo todas las venidas a nuestro país. Y, para su separación, siguió con Liam y el resto de los sobrevivientes en Beady Eye, con los que también dio un recordado show en la desparecida Industria Cultural.

Hoy, 21 años después de lanzar un disco que ni siquiera quisieron promocionar, Ride está de vuelta con Weather Diaries, un nuevo trabajo que fue engendrado de las ganas de volver a tocar juntos y sentir que la química seguía intacta. En ese contexto pudimos conversar un buen rato y esto es lo que nos contó.

Rock&Pop: Primero que todo, me gustaría saber cómo pasó lo de la reunión de la banda. ¿Hubo algún catalizador? ¿Tuvo que ver con el final de Beady Eye, o haber visto a otra banda hacerlo?

Andy Bell: Hubo un par de cosas. Mark fue el catalizador dentro de la banda, era él quien quería que pasara Siempre dejamos la puerta abierta para cuando fuese el momento correcto, y entonces llegó alguien con una oferta para hacer unos shows. En ese momento Beady Eye todavía seguía y yo planeaba tomarme un tiempo para hacer estos shows y volver. Después los hicimos y para ese entonces Beady Eye ya se había terminado, así que todo se dio. Pero lo que hizo que mi diera cuenta de que quería hacer incluso un par de shows con Ride fue haber visto las reuniones de los Stone Roses y My Bloody Valentine, que fueron realmente buenas. Especialmente la de Stone Roses.

R&P: Sí, uno podría que ellos fueron los primeros nombres grandes de esa época en reunirse.

AB: Después vinieron My Bloody Valentine, ustedes, Slowdive... Y ha sido emocionante, todas han sido recibidas con mucho interés. Sí, ha sido como una de especie de fenómeno. Esto de hacer reuniones y que resulten buenas, si sabes a lo que me refiero.

R&P: Sí, claro. Igual, en el caso de ustedes que son cuatro amigos del colegio y no han cambiado nunca su formación, ¿hubiese sido posible una reunión sin alguno de los cuatro? Por ejemplo, cuando Mark decidió irse en los ’90, el resto decidió parar.

AB: Es imposible que Ride exista sin alguno de sus cuatro miembros. Así lo veo yo.

R&P: Ya llevamos un rato con la banda de vuelta, pero me gustaría retroceder al momento en el que anunciaron los shows de reunión y qué sentiste en ese momento. Te pregunto porque no sólo eran en Inglaterra sino también en Estados Unidos, un país que no ha sido tan receptivo a otros casos similares, como los Stone Roses tocando para poca gente en Coachella. ¿Estabas nervioso?

AB: Ehm... (titubea). La verdad es que no pensé en eso, jajaja. Tal vez sí debería haber estado más nervioso. No estaba muy preocupado, sentía que los shows iban a salir bien. El de Nueva York fue en lugar chico, no fue como haber ido a un festival o algo así. Y el caso de los Stone Roses en Coachella fue una lástima, porque todo el mundo los ama. Quizás el público más joven allá no los conocía mucho, no sé. Para nosotros es distinto porque nunca fuimos grandes allá, y nos da la impresión de que nuestra música creció en el tiempo en el que estuvimos separados.

R&P: Te quería preguntar justamente por eso, porque creo que el movimiento en el que estaban ustedes -shoegaze o como prefieras llamarlo- ha envejecido mucho mejor que varios otros de la época. Y hoy uno ve varias bandas nuevas sonando a cómo sonaban ustedes hace 20 años. ¿Lo notaste alguna vez?

AB: (Duda de nuevo) Sí, un poco. Es divertido, ¿no? Entiendo perfectamente lo que dices, se siente como si la música hubiese envejecido mejor que otras cosas que se escuchaban, pero nunca lo
vas a saber hasta que pasen 20 años. Supongo que tenemos suerte.

R&P: Hace poco leí una entrevista con Slowdive en la que decían que probablemente nunca haber estado en el mainstream le había servido a la música que hacían para desarrollarse de forma más natural, sin tanta atención.

AB: Sí, estoy de acuerdo. Pero nosotros como Ride no teníamos tantas canciones con los elementos que definen a la música shoegaze. Dejamos ese sonido completamente atrás después del segundo disco, e incluso ese disco es más uno de rock medio popero. De cierta forma rompimos las reglas del shoegaze y quizás eso también ayudó a que la música se mantuviera por más tiempo, al no estar completamente contenida en el género.

R&P: Es cierto. Yo tengo 32 años y pertenezco a una generación que nunca los pudo ver en vivo. Incluso cuando muchos de nosotros los conocieron, ya ni siquiera seguían juntos. Ya tuve la suerte de ver uno de los shows de reunión y había mucha gente de mi edad. ¿Cómo se sintieron tocando para ese público nuevo?

AB: Nos sentimos afortunados de tener esa segunda oportunidad. Es como si alguien nos hubiera permitido hacer una toma 2. Especialmente porque el final de la banda no fue tan bueno, de hecho fue muy difícil. Ahora se siente como si estuviéramos retomando desde un buen momento y podemos darle un final feliz.

R&P: Hablemos ahora sobre Weather Diaries, su nuevo disco. ¿Conversaron sobre hacer uno en cuanto se pusieron a tocar de nuevo o la idea se fue dando con el tiempo?

AB: Lo supimos desde el primer momento. Desde que empezamos a tocar nos dimos cuenta de que había potencial de seguir adelante y grabar cosas.

R&P: Y cuando lo decidieron, ¿se les dio con facilidad eso de hacer canciones nuevas?

AB: Personalmente estaba súper nervioso de tocar nuevas canciones en un concierto. No quería apurarlo ni meter muchas en cada concierto. Era más de la idea de tocar una y ya. El año pasado, cuando empezamos a mostrar un par del disco en los conciertos, pensé “oh mierda, suenan increíbles. ¡Quiero tocar cinco nuevas!”. Cambié rápidamente de parecer. Y ahora cuando tocamos estoy ansioso esperando que llegue el momento de las nuevas. Tocamos “Charm Assault” y “Home Is a Feeling”, por ejemplo, y empiezo a mirar el setlist para ver cuánto falta para llegar a “All I Want”, jajaja. Me encanta.

R&P: Uno podría separar la primera etapa de Ride en dos partes, la que...

AB: ¿La buena y la mala? Jajaja.

R&P: Jajaja, no no no. La que hacían la música todos juntos, al principio, y cuando separaban las canciones tuyas y de Mark en los discos. ¿Qué tipo de disco es éste?

AB: El método de escribir nunca cambió. Lo que cambió era cómo anotábamos los créditos. Al principio todo se ponía como Ride, pero es una proporción más o menos similar. Por ejemplo, en Nowhere debo haber escrito unas 8 de 10 canciones. Going Blank Again estaba un poco más repartido entre todos y Carnival of Lights eran prácticamente Mark y yo con algunas contribuciones aparte. En este disco nuevo participamos todos, pero decidimos volver al método antiguo. Poner “todas las canciones hechas por Ride”. ¿Entiendes?

R&P: Sí, entiendo.

AB: Porque la gente cree que nos sentamos e hicimos Nowhere todos juntos, pero no fue así realmente.

R&P: Los créditos eran más amistosos.

AB: Exacto, y así creo que debería ser. Así lo hicimos en nuestra mejor etapa, pero también es importante saber quién escribió las letras, por ejemplo. Así entiendes mejor de dónde vienen. En este disco nuevo lo hicimos así. Las letras vienen impresas y debajo del nombre aparece quién las hizo.

R&P: Estoy muy a favor de haber elegido a Erol Alkan como productor del disco. Soy muy fan de su carrera en el techno...

AB: Yo también.

R&P: ... pero no lo hubiese imaginado haciéndolo antes de leer que iba a ser. Lo lógico hubiese sido alguien del mundo de las guitarras. ¿Cómo se les ocurrió hacerlo con él? Es como uno de esos experimentos que podría salir terrible, pero les salió al revés.

AB: Jajaja, sí. Fue un experimento, sí. Prueba de que en el mundo lo que importan son las personas. Cómo se llevan las personas. Porque sí, Erol viene del mundo de la electrónica y es DJ y es un experto en eso, pero a mí me encantan sus remixes y sus producciones. Es increíble. Lo que nos entregó tiene más que ver con su entusiasmo y lo fácil que es trabajar con él. Tiene muy buen gusto en música, y trajo muchos ángulos diferentes a todo esto.

R&P: Puedo escuchar algunos sintes por ahí.

AB: Sí, sí. Hay algunos. Pero la mayoría de esos los tocamos nosotros. Lo que más hizo Erol fue trabajar con nosotros en la producción del sonido de las guitarras, voces y baterías, haciendo pasar nuestros instrumentos por los filtros de sus sintes. No es que se haya sentado a tocar líneas, sino que usó el estudio y los sintetizadores que llevó para procesar el sonido de una banda de rock.

R&P: Debe haber sido una buena forma de refrescarse para evitar haber hecho el mismo disco 21 años después.

AB: Sí, eso creo. Pensamos en elegir a alguien interesante más que por ir con alguien más estándar. Buscamos lo inesperado.

R&P: Funcionó perfecto, creo.

AB: Estoy de acuerdo contigo.

R&P: Hablemos de esa época tuya después de Ride, con la experiencia de haber tocado en una banda muy masiva como Oasis y luego continuar la historia con Liam y el resto en Beady Eye. ¿Cómo te marcó personalmente trabajar con ellos?

AB: Creo que me ayudó mucho. Trabajar con ellos fue una inspiración enorme y muy entretenido. Aprendí mucho también. Creo que en la vida todo tipo de experiencias ayudan. Hay que estar siempre incorporando cosas nuevas. Los cuatro integrantes hemos vivido estilos de vida muy distintos en estos años y hemos traído distintas enseñanzas a la banda que nos han hecho volver más fuertes.

R&P: ¿Te acuerdas de las veces que tocaste Beady Eye y Oasis en Chile?

AB: Sí, lo pasé muy bien. Chile es un gran lugar para ir a tocar.

R&P: ¿Ves posible venir alguna vez con Ride? Slowdive estuvieron recién por acá.

AB: Todo lo que hace Slowdive intentamos copiarlo, jajaja. Así que estaremos por allá pronto.

R&P: Jajaja. Sería bueno.

AB: En serio, tengo muchas ganas de ir. Siempre me divertí mucho yendo a tocar a Sudamérica con Oasis y Beady Eye. Me encantaría hacerlo con Ride.

R&P: Sí, ya es hora.

AB: Estoy de acuerdo.

R&P: Finalmente, Andy, ¿tienes planes de hacer música aparte de Ride o estás completamente enfocado en eso por ahora? Por ahí me pareció leer que tenías ganas de sacar algo solista cuando se acabó Beady Eye y lo de Ride estaba en el aire.

AB: Eso está algo congelado por ahora. Me encantaría hacerlo alguna vez, seguro. Siempre digo lo mismo. Me gustaría hacerme el tiempo para hacerlo, porque sería entretenido. También me interesaría mucho hacer música para una película. Pero, por el momento, Ride está consumiendo todo mi tiempo. Lo que me parece excelente.


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